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Cómo hackean nuestro cerebro. La ciencia al servicio del engaño y la manipulación


Camino a Gaia





De la realidad accesible a nuestros sentidos solo percibimos y procesamos una pequeña parte. Sustituir el todo por las partes y las partes por el todo, es la mayor vulnerabilidad de nuestra mente y está presente en buena parte de las falacias lógicas. Podemos pasar por alto cosas tan evidentes como que la mano que sujeta las cartas tiene seis dedos, uno de plástico.
 
Cuando los magos compartieron sus secretos con la ciencia, dejaron su poder en manos de publicistas y manipuladores. Desde las agencias de "inteligencia" a las de publicidad. A cambio, para las personas que pudieran estar interesadas, por ahora son públicas las estrategias mediante las cuales podemos ser víctimas de engaño mediático. Nos preguntamos con frecuencia cómo es posible este estado de insensatez colectiva, pero lo cierto es que entre la realidad y nosotros hay un televisor.


De la neuromagia al neuromarketing

Nadie mejor que quien practica la magia para hacernos descubrir el pensamiento mágico. Hablamos por supuesto de magos honrados, ilusionistas y prestidigitadores, esos que se comprometen a engañarnos y lo hacen. En ese divertimento deberíamos ser capaces de darnos cuenta de lo vulnerables que somos al engaño, porque lo cierto es que la mitad de la mentira la ponemos nosotros.



Hay una definición de neuromarketing, mas o menos oficial y neutra, como la aplicación de técnicas de las neurociencias al ámbito de la mercadotecnia. Pero puede ser mas reveladora la que usan algunos de quienes se dedican a ello:

 Neuromarketing: Se define como la ciencia de la utilización de los sesgos cognitivos para influir en el proceso de toma de decisiones de los consumidores en la comercialización.

 Si en economía se considera una idealización de individuos que toman decisiones racionales en el mercado de oferta y demanda, surge una tremenda contradicción cuando se usa la ciencia para desarmar a los individuos del cortafuegos del raciocinio en la toma de decisiones. Es curioso que no levanten la voz aquí, indignados, las asociaciones en defensa del pensamiento crítico, quizá demasiado atareadas en la cacería de magufos. Porque cuando lo que se vende es un partido político o un estado de opinión contra Greenpeace y no una aspiradora, la pretensión de asepsia científica es inasumible. Estamos asistiendo a una manipulación de la realidad a través de los medios de comunicación de forma premeditada y planificada a una escala nunca vista. Han sido las sociedades totalitarias del siglo XX las que primero han aplicado conocimientos científicos para mejorar las técnicas de lavado de cerebro y parece que ahora se vuelve a recorrer el mismo camino. Como bien decía el economista Sampedro "la gente no está loca, la gente está manipulada".



Alfred Hitchcock: “La televisión ha hecho mucho por la psiquiatría: no sólo ha difundido su existencia, sino que ha contribuido a hacerla necesaria”.


 El DSM-IV es el manual usado por los psiquiatras para diagnosticar enfermedades mentales. Detrás está, la misma organización que mantuvo la homosexualidad en la consideración de enfermedad mental hasta 1973 y que anteriormente la "curaba", al igual que al comunismo, mediante lobotomía. Ha oido bien, los psiquiatras también "curaban" el comunismo, el anarquismo o cualquier otra dolencia que aquejara los dividendos de Wall Street. Por supuesto avalada por un premio Nobel.


Ahora incluye el librepensamiento y el cuestionamiento de la autoridad en la misma categoría de enfermedades mentales. Eso dice mucho sobre el tipo de sociedad a la que se nos dirige. Teniendo en cuenta que la ciencia tiene su origen en la negación del principio de autoridad como forma de "demostrar" un argumento, en favor del pensamiento crítico que lo obtiene mediante experimentos reproducibles y refutables, no cabe duda de que estamos ante pseudociencia de la peor calaña.


¿Cómo hackean nuestro cerebro?

Vayamos a lo mas simple. Nuestra mente no vive en la realidad sino en representaciones de esa realidad. No conocemos los hechos sino la información sobre los hechos. No es algo que se descubriera ayer. "Ojos que no ven, corazón que no siente"


Nuestra percepción de la realidad es muy limitada, pero aún así, eso es mucho mas de lo que somos capaces de procesar. La selección se realiza mediante lo que se llama el foco de la atención y responde a criterios que no siempre controlamos conscientemente.


Contínuamente estamos tomando partes de un todo, la realidad. Esta es posiblemente la mayor vía de acceso a manipulaciones y puede ser asimilada a una pérdida de información, detalles y matices. "Todos los políticos son iguales" "Todos los mejicanos son violadores" (Donal trumhp) "Todos los refugiados son terroristas" "Todo es agricultura" "Todo es química". Si nos dejamos conducir por quien reclama para sí el principio de autoridad, el sesgo puede darse a nivel colectivo.


El paso siguiente es el procesado de la información para encajar todas esas partes en nuestra representación del mundo, ese todo de certezas e incertidumbres. Aquí tenemos la siguiente via de acceso, y donde las fuentes autorizadas, periodistas de televisión por ejemplo, pueden llevar nuestra mente a derivas que jamás pensamos pudieramos tener. Los medios de comunicación ya nos dan una información seleccionada e interpretada dejando un margen muy estrecho para nuestros propios sesgos y prejuicios.


Finalmente queda la memoria, la fijación de toda esa información procesada. Nuestra memoria tiene dos vías de fijación a largo plazo: el impacto emocional (doctrina del sock) y la repetición. "Una mentira repetida se convierte en verdad".


Aunque nos digan que nuestra capacidad de procesamiento y memoria es infinita, no lo es. Las conexiones neuronales se degradan con el tiempo. El cerebro se deshace de información para sustituirla por una nueva. Si una información persiste, se acaba instalando como parte de nuestra representación de la realidad.


La repetición es la forma habitual en que nuestro cerebro mantiene su información. No es de extrañar por tanto que las religiones ritualicen sus dogmas en ceremonias de perioricidad constante y obligatoria, o que nos repitan el mismo anuncio una y otra vez. Cuando aprendemos a hablar no lo hacemos consultando el diccionario, sino de forma intuitiva asociando palabras a objetos y personas por simple repetición.

No es extraño que quienes han desvelado secretos estén perseguidos (Assange, Snowen...). Una sociedad, igual que un cerebro, puede ser controlada mediante la información que recibe.

Los procesos cognitivos y de percepción de la realidad son susceptibles de análisis mucho mas complejos, aquí hemos intentado ceñirnos a aquellas limitaciones de carácter físico.
No se pretende en este caso, señalar una manipulación concreta, sino dotarnos de modelos y estrategias para evitar manipulaciones y hackeos de nuestra propia mente y cerebro.



¿Cómo supera la ciencia las vulnerabilidades de nuestro cerebro?
La ciencia se enfrenta al mismo problema físico a la hora de construir una representación de la realidad. No es posible analizar toda la realidad. La única representación completa de la realidad es la propia realidad. Entonces buscamos patrones de comportamiento en la Naturaleza y les otorgamos  la categoría de leyes naturales. Lo que llamamos experimento u observación física no es mas que el proceso de someter una parte de la realidad a estudio, este estudio debe tener un contorno de observación bien definido para que pueda ser reproducido por cualquiera. Así se podría decir que en la ciencia son quienes repiten nuestras observaciones o verifican resultados los que demuestran su veracidad o verosimilitud. Es precisamente esta estructura horizontal y transparente la que permite trabajar a una comunidad de individuos y organizaciones, hetereogénea y diversa, con diferentes ideas políticas o religiosas, sin necesidad de andar cortando cuellos para imponer una supuesta verdad.

Pero es inevitable abordar en algún momento si las conclusiones o resultados que hemos obtenido se pueden considerar válidas para un todo general no limitado por las condiciones controladas de laboratorio. El reduccionismo consiste básicamente en admitir como aceptable esa transposición simple, que en definitiva es tomar el todo por las partes. Y ha resultado muy útil a la ciencia, por ejemplo, en búsqueda de leyes físcas fundamentales como la Termodinámica o la caida de los cuerpos, sin embargo, es también fuente de tremendos errores y mala ciencia. Alguien nos puede decir por ejemplo, que tras un sesudo estudio científico se concluye que las centrales nucleares son mas seguras y limpias puesto que el número de accidentes y emisiones de CO2 son  bajos en relación a otras energías. Sin embargo, si tenemos en cuenta que los residuos nucleares permanecen activos durante miles de años la conclusión será contraria.

La ciencia se encuentra cada vez mas condicionada por el modelo económico y su exigencias para ser financiada la exponen al control de la misma por los poderes financieros, políticos, militares y económicos. Quizá por ello el principio de autoridad se exhibe con mas frecuencia y la ciencia va perdiendo parte de su antigua belleza y fiabilidad.

Referencias:

- Neuromarketing. Wikipedia. - Los engaños de la mente. Susana Martinez Conde. - Los once principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels. - Uso de los sesgos cognitivos en el neuromarketing. - Sitio de Susana Martinez Conde. - A cada cuerdo le llega su marketing.

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