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El decrecimiento. ¿Una utopía?. Serge Latouche. (V.O.S.)

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En un tiempo para la reflexión, haremos una pausa, para dar vida a otros proyectos relacionados con el decrecimiento y que espero pronto vean la luz.

Gracias por la lectura y los comentarios.

Encarecimiento del petróleo y decrecimiento

La crisis del petróleo puede traer consecuencias tan profundas como las que se derivaron de la Revolución Neolítica o la Revolución Industrial, según Enric Tello uno de los autores de 'El final de la era del petróleo barato'. La incertidumbre que rodea al 'oro negro' podría derivar, a largo plazo, en un nuevo modelo de organización social y económica, en la que se daría marcha atrás a algunos de los principios que han gobernado el período de globalización económica.

El sistema económico actual se sustenta, en buena medida, en la deslocalización del sistema productivo, a través del cual, producción y consumo pueden encontrarse muy dispersos en el espacio. Esto ha sido posible merced al precio asequible del petróleo, que se convirtió en el combustible estrella durante prácticamente todo el siglo XX, debido a su buen precio, su alta concentración energética por unidad de volumen, la facilidad de su transporte y la versatilidad de sus usos.

La agricultura moderna también se apuntó a la fiesta de la accesibilidad del petróleo. La agricultura, tal y como se concibe hoy en día, depende del 'oro negro' para labrar campos, irrigarlos, fertilizarlos, combatir las plagas y las malas hierbas, para recoger las cosechas y para llevarlas a los mercados.

Se pasaría de una economía desperdigada y deslocalizada hacia un gusto por lo más pequeño, lo menor y lo mejor. Estos serían algunos de los escenarios tras la crisis, según los recoge Ernest García: "ciudades pequeñas rodeadas por tierras agrícolas, restablecimiento de las diferencias entre lo urbano y lo rural, desaparición de los grandes centros comerciales, geografías cotidianas susceptibles de ser recorridas a pie, rehabilitación de edificios de dos a cinco pisos, obsolescencia de los rascacielos y de las áreas de aparcamiento (...), la reaparición de la artesanía, fragmentación del Estado-Nación, desaparición de productos y profesiones inútiles (como los repelentes de insectos, los agentes de viajes y el marketing), resurgimiento del ferrocarril, drástica contracción del consumo de masas...".

Las claves del decrecimiento son, según Gustavo Duch, "supeditar el mercado a la sociedad, sustituir la competencia por la cooperación, acomodar la economía a la economía de la naturaleza y del sustento, para poder estar en condiciones de retomar el control de nuestras vidas. La ciudadanía del mundo no pierde nada, pierden las corporaciones".

Extraído de El mundo que puede traer el encarecimiento del petróleo

Del homo faber al homo oeconomicus

En la sociedad tradicional lo más importante era la integración del hombre con la sociedad a través de la naturaleza. La economía se basaba en la subsistencia. Los hombres no hacían las cosas por un interés económico, sino por las primas sociales – lo más importante era el prestigio social -. La economía no conocía ni el coste, ni el beneficio, ni el excedente.

En el mundo Medieval de Occidente el trabajador -y todos trabajan, cada cual según su estado, si no de otro modo, rezando- produce para sí mismo, y lo que produce, él lo consume, por cuanto el suplemento exigido por el amo tiene una contrapartida: protección y justicia.

Los valores burgueses -espíritu emprendedor, gestión racional, apetencia de lucro, interés privado sustituyen a los valores nobles -limosna, sumisión, costumbre, bien público. El homo faber se convierte en homo oeconomicus.

Los cambios económicos se apoyan en los nuevos derechos de propiedad, en las nuevas disposiciones legales y políticas, y en un sistema institucional creado deliberadamente y sostenido artificialmente a través de un mercado autorregulador cuyo funcionamiento autónomo exigió la transformación de la sociedad y la naturaleza de las mercancías (la economía de mercado es una institución nueva que no ha existido en ninguna sociedad anterior).

Esta nueva estructura económica – la economía de mercado – representó una violenta ruptura con las condiciones precedentes. El paso crucial fue que la tierra y el trabajo se convirtieron en mercancías, es decir, se trataron como si hubieran sido creados para la venta. Por supuesto, no eran realmente mercancías, ya que no habían sido producidas (como la tierra), y de ser así, no podían estar en venta (como el trabajo).

Para saber mas: El sustento del hombre. Karl Polanyi.

Para saber más: La Edad Media. Robert Fossier.

Desarrollo: muerte y miseria

El mito del desarrollo sostenible, como instrumento de lucha contra la pobreza necesita de ésta para sobrevivir. En la práctica no hace otra cosa que agravarla. Los viejos sistemas de solidaridad comunitaria y los mecanismos proteccionistas son tachados de obsoletos y de ser un obstáculo para el desarrollo. Se desarma a la industria y el comercio local para entregarlos atados de pies y manos.

Sin embargo el engaño del “desarrollo” hace tiempo que empezó a resquebrajarse. Por eso una corte de economistas, filósofos y sociólogos, decidió añadirle otros calificativos (sostenible, responsable, social), con el propósito de hacerlo tragable a la opinión pública. Resulta esperpéntico ver a los zorros manifetar su preocupación por el gallinero. Los mayores contaminadores del planeta, como British Petroleum, Total-Elf-Fina, Suez, Viviendi, Monsanto (el principal productor mundial de transgénicos), Novartis, Nestlé apoyan con su firma manifiestos a favor del desarrollo sostenible.

La palabra “desarrollo” encubre otro término más crudo: “crecimiento” capitalista, con todas sus implicaciones (acumulación de capital, explotación de la fuerza de trabajo, imperialismo, saqueo de los recursos naturales). El calificativo “sostenible” sólo sirve para tranquilizar la conciencia de una masa de población cada vez más crítica con las consecuencias (cambio climático, pérdida de biodiversidad…). Si el desarrollo puede “sostenerse” es porque existe la forma de paliar sus consecuencias negativas. La ciencia y la técnica, transformadas en una especie de pensamiento mágico acaban sirviendo de coartada a los desmanes del capitalismo. Se inventan automóviles que contaminan menos y electrodomésticos que gastan menos. Los científicos se reúnen y los gobiernos deciden a combatir las causas del cambio climático, se vuelve a hablar de centrales nucleares más baratas y seguras. Todo esto provoca un efecto adormecedor entre la población. Si los gobiernos y los científicos hablan de “desarrollo sostenible” será porque saben de lo que hablan.

“Condicionado por la ideología del consumo y prisionero de una fe ciega en la ciencia, nuestro mundo busca una respuesta que no contravenga su deseo en crecimiento exponencial de objetos y servicios sin perder la buena conciencia”.

Los defensores del “desarrollo sostenible” enmascaran la realidad detrás de un amplio surtido de mitos, que los medios de comunicación se encargan de vender como ciencia. Se asocia el crecimiento a la felicidad y el bienestar y se oculta que los beneficios acaban en manos unos pocos. El PNB se convierte en la mentira estadística utilizada para encubrir sus efectos negativos. Un estudio sobre el crecimiento en USA en el que se contabilizaron las pérdidas provocadas por la degradación ambiental y la contaminación reveló que, a partir de los años 60, el progreso estaba estancado e incluso había retrocedido, mientras que el PNB crecía sin cesar. Arrasar un bosque para transformarlo en papel y madera incrementa el PNB, dejarlo intacto no, sin embargo el bosque evita la erosión del suelo y retiene el agua que nos es necesaria, por lo que su supervivencia contribuye al bienestar social.

Para saber más: Globalización capitalista: el camino hacia la barbarie

Debate crisis energética y global



El final de la era del petróleo barato

El final de la era del petróleo barato
Joaquim sempere y Enric Tello (dirs.)
Colaboran: Óscar Carpintero, Ernest García, Eduardo Giordano, Mariano Marzo, José Manuel Naredo, Josep Puig, Jorge Riechmann y Jordi Roca

Nuestra dependencia del petróleo es enorme. Es el símbolo de una época iniciada a finales del siglo XVIII. Hoy, los derivados del petróleo representan en torno al 40% de toda la energía primaria consumida por lo seres humanos, y cerca del 95% de la empleada en el transporte mundial, lo que otorga al oro negro un papel estratégico de primer orden.

Pero dos factores impiden que la era del petróleo pueda seguir sosteniendo el metabolismo social del mundo en el siglo que comienza: la perspectiva de su encarecimiento creciente y el cambio climático.

El horizonte de una era post-fosilista obliga a reconsiderar el entero modo de producir, comerciar, residir y consumir. El final de la era del petróleo barato plantea, en definitiva, profundos dilemas técnicos, políticos y morales. El futuro está aún abierto, y la trayectoria dependerá de la elección social.

Si el mundo aprendió en 1914 a planificar una economía de guerra, ¿por qué no aprendemos a planificar la economía para la paz y la libertad? Otto Neurath

Crisis energética y educación para la sostenibilidad desde el IRES (el decrecimiento que viene)

Este es el título del Encuentro de la Red IRES que se celebrará en Granada el 16 y 17 de mayo. La Red IRES está formada por una serie de profesores/as y grupos de todos los niveles: infantil, primaria, secundaria, universidad, adultos, etc. que tienen como referente para su trabajo un Modelo Didáctico Investigativo.

Los antecedentes de nuestra Red hay que buscarlos en el Seminario de Discusión sobre el Proyecto IRES (innovación y renovación escolar), que arrancó en 1992 y que en su novena convocatoria decidió organizarse como Red valiéndose de Internet.

Desde el Encuentro de 2004, el tema de la crisis energética ha estado presente en todos los encuentros, y fruto de esa preocupación son una serie de artículos de algunos de sus miembros en revistas o en comunicaciones para congresos, abordando el problema de su tratamiento didáctico en las escuelas, institutos y universidades:

La sostenibilidad desde una nueva y urgente perspectiva. Reflexiones acerca de la Década de la Educación para la Sostenibilidad, que Naciones Unidas promueve de 2005 a 2014

La sostenibilidad desde la perspectiva del agotamiento de los combustibles fósiles, un problema socio-ambiental relevante

"Sostenibilidad y zenit de producción petrolífera en un curso de profesores y profesoras"

Investigando el problema del uso de la energía

Escritos que no solo tratan de didáctica en relación con la crisis energética, sino también de los problemas de fondo que la están provocando, como por ejemplo:

El fin del petróleo barato

Biocombustibles: Mito o realidad

"Decrecimiento como el camino hacia la sostenibilidad"

"La tasa de retorno energético: hacia un mundo de renovables en el contexto del cenit de producción de petróleo"

De momento, estas son algunas de las comunicaciones que se han presentado para su discusión en el actual Encuentro de Granada:

Preparando recetas en clase de valenciano para afrontar el zenit del petróleo”, “Experiencia educativa en torno a la crisis del petróleo en un aula de diversificación curricular”, “El cambio climático y la crisis del petróleo: Experiencia de trabajo en el aula en 4º de ESO”, "La energía que nos mueve: experiencias con energías renovables", y varias más.

Hay que hacer notar que algunas de estas comunicaciones también se van a presentar del 12 al 20 de julio en el "V Encuetro Iberoamericano de Grupos y Redes de Maestros que Hacen Investigación Desde sus Escuelas", estos encuentros iberoamericanos comenzaron en 1992, en que se aprovecharon los fastos del "V Centenario del Descubrimiento" para conseguir una subvención y traer aquí a profesores iberoamericanos que también utilizaban un Modelo Didáctico Investigativo. Desde entonces se han realizado encuentros en México, Colombia, Brasil y ahora en Venezuela.

Ya en el encuentro de Brasil la Red IRES presentó una comunicación sobre la crisis energética, y en el encuentro actual la expedición que viajará a Venezuela, autodenominada ¡NO TE CALLES!, aporta varias comunicaciones sobre esa temática.

La Red IRES se trata de una de las redes de profesores/as más veteranas, con más de dieciseis años funcionando, y es un referente en el campo de la educación para muchos profesores/as innovadores. La importancia de este Encuentro, y de la temática que aborda, no se le escapa a todos aquellos que son conscientes de que la actual crisis en ciernes, es producto de una determinada organización social, y que la salida a la misma requerirá profundos, y por lo tanto revolucionarios, cambios sociales. Y cuando hablamos de cambios sociales, estamos hablando, también, de educación. Dar pasos en ese sentido es ir haciendo camino en la dirección adecuada.