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El Alarde de Hondarribia

El Alarde es una de esas tradiciones, un ritual que celebra la pertenencia al pueblo (los protagonistas viven su fiesta como algo íntimo), mediante la conmemoración de los hechos heroicos de los ancestros, un espacio de reproducción de una masculinidad hegemónica que depende de la exclusión de las mujeres o su inclusión en función a su relativa pasividad. Este modelo de masculinidad se impone mediante el establecimiento de un orden jerárquico, en el cual queda reflejado el carácter militar en su organización (general, mandos, compañías...) y realización (paso marcial, salvas...).

Una armonía social que se consigue mediante la identificación plena y absoluta de toda la ciudad hodarribitarra con su pueblo, con su festejo, con su Alarde fundamentalmente.

Un grupo de mujeres, apoyadas por algunos hombres, piden participar en el acto central de las fiestas de la localidad de Hondarribia (8 de septiembre), en igualdad de condiciones a los hombres. Esa participación supone desfilar como soldados en los denominados alardes, un desfile integrado por distintas compañías, agrupadas por barrios, cuadrillas o actividades. Supone también que las mujeres van a tener una presencia distinta a la de la figura de la cantinera, a la cual estaba restringida hasta esa fecha.

La propuesta de participación de las mujeres se ve como una amenaza de romper con la armonía de un pueblo. Se argumenta que si las mujeres están contentas con su papel de espectadoras y conmovidas por ver desfilar a los hombres, la minoría de ‘feministas’ no tiene nada que hacer.

En Hondarribia, la fuerza de los mitos de la tradición, ‘el pueblo’ y el poder de las mujeres además del peso emotivo y simbólico de los ritos del Alarde como constituyente de un identidad local y una masculinidad hegemónica contribuyen a la negativa a igualar la participación de los hombres y las mujeres en esta fiesta.

Para saber más: Hombres, mujeres, ritos y mitos: Los Alardes de Irún y Hondarribia por Margaret Bullen en ‘Perspectivas feministas desde la antropología social'. 2.000.

5 comentarios:

  1. Anónimo6:37 p. m.

    Esto es una estupidez como un campano, el caracter militar del alarde, como dice el articulo, se debe a que el mismo es una REPRESENTACION de la batalla que tuvo lugar en el año 1620 (SITIO DE HONDARRIBIA por parte de los franceses y la posterior liberación de la ciudad). No tiene nada que ver, por tanto, con la 'organización jerárquica y machista' de la sociedad. Es increíble la cantidad de necedades que se pueden decir desde la más absoluta incomprensión de lo que para el pueblo de Hondarribia supone el Alarde.

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  2. Efectivamente, se celebra la resistencia a uno de tantos sitios que sufrió la ciudad por los franceses. En cualquier caso se celebra que se han resistido y vencido las dificultades y es una fiesta muy alegre.
    Está bien documentado que las mujeres tuvieron un papel fundamental en la resistencia del sitio luchando como las primeras, pero no como soldados si no como civiles armadas. Si uno va a las fiestas de Oniarbi (Ondarribia, Hondarribia) verá si las mujeres están allí celebrando o no!. Yo creo que vestirse de soldados no tiene mucho sentido y es una pena generar cualquier conflicto en un día de celebración y de alivio... Hay cosas reales por las que protestar en el mundo en este momento. Aupa Oniarbi! :)

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  3. Como decía, a mi me da igual que se vistan de soldados, pero no tiene mucho sentido (y el conflicto generado solo consigue estropear las fiestas, que tanta falta hacen)
    Dicho esto, no entiendo como no se ha propuesto que las mujeres desfilen de forma que representen a las mujeres de entonces, mujeres valerosas que defendieron la ciudad... algunas podrían llevar armas, otras instrumentos y ser un grupo heterogéneo presente dentro del alarde. Como parte de algunas compañías o como una compañía propia, representando el papel que tuvieron.
    Por que se tiene que buscar el conflicto siempre y estropear cualquier fiesta?

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  4. Anónimo3:59 p. m.

    En mi opinión, lo celebran sus descendientes (los que pudieron haber nacido niñas y las que pudieron haber nacido niños), el papel que quieran adoptar para celebrar esta fiesta me es indiferente. Estoy de acuerdo, hay cosas más importantes pero también podemos opinar sobre esto, que es lo que nos ocupa ¿por qué no?

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  5. Anónimo9:19 a. m.

    estoy en contra del militarismo, de la jerarquización, del milenario patriarcado opresor que ha marginado y excluido a la mujer de forma totalmente injusta pero no estoy de acuerdo en absoluto en que la solución a todo esto sea que la mujer pierda su identidad como tal y comience a ser igual que el "dios hombre" entre otras cosas porque el hombre no es un dios sino mas bien un ser bruto y mucho mas tosco que la mujer

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