Michel Bauwens - Guerrilla Translation
Traducido y subtitulado por Stacco Troncoso, editado por Luis Goméz .
Discurso de clausura en OuiShare Fest por parte de Michel Bauwens, fundador de la Foundation for P2P Alternatives (más conocida como “P2P Foundation“), en el que introduce cuatro escenarios potenciales para la economía colaborativa.Después del vídeo encontraréis un breve ensayo de Michel en el que describe los cuatro cuadrantes.
Para activar los subtítulos, pulsar sobre el rectángulo la parte inferior derecha.
LOS CUATRO ESCENARIOS, por Michel Bauwens
Este pequeño ensayo pretende
mostrar de un modo sencillo los posibles escenarios económicos futuros
utilizando dos ejes, o polaridades, que dan lugar a cuatro escenarios
distintos:
DOS EJES/CUATRO CUADRANTES
El primer eje describe la
polaridad entre el control centralizado y el control distribuido de la
infraestructura, mientras que el segundo muestra una orientación hacia
la acumulación y circulación del capital, en contraste con una segunda
orientación hacia la acumulación y circulación del procomún.
Los cuatro cuadrantes de los escenarios futuros
1/Capitalismo Netárquico
La primera combinación
(arriba-izquierda) es el Capitalismo Netárquico, y presenta una
combinación del control centralizado de la infraestructura con una
orientación hacia la acumulación de capital. El capital netárquico es
aquella fracción del capital que permite y facilita la cooperación y las
dinámicas P2P, pero a través de plataformas propietarias y con un
control centralizado. Aunque los individuos comparten de todo a través
de estas plataformas, no tienen ni control, ni poder de decisión, ni
copropiedad sobre el diseño y protocolo de las redes/plataformas en
cuestión, dado que son propiedad de un tercero. Podemos poner como
ejemplo a Facebook o Google. Normalmente, bajo las condiciones del
capitalismo netárquico, aunque son los usuarios quienes crean y
comparten directamente el valor de uso, el intercambio monetizado queda
en manos de los propietarios del capital. Esto, a corto plazo, entra
dentro de los intereses de los propietarios o sus accionistas pero, a
largo plazo, crea una crisis de valor para el capital, dado que los
creadores del valor ni se ven recompensados, ni ven un aumento en su
poder adquisitivo para adquirir aquellos bienes necesarios para el
funcionamiento de la economía física.
2/Capitalismo Distribuido
La segunda combinación,
(abajo-izquierda) denominada “capitalismo distribuido”, permite un
control distribuido pero sigue enfocada sobre la acumulación de capital.
La irrupción de la moneda P2P Bitcoin y las plataformas de
crowdfunding, como Kickstarter, son representativas de este modelo. Bajo
este modelo, las infraestructuras P2P están diseñadas para permitir la
autonomía y participación de agentes múltiples, pero el enfoque
principal sigue siendo la generación de ingresos. Cada uno de los
ordenadores que participan en Bitcoin tiene la habilidad de producir el
capital circulante, lo que provoca que los grandes bancos centralizados
pierdan su poder de intermediación . A pesar de ello, sigue siendo un
sistema enfocado al comercio e intercambio mediante una moneda diseñada
para un sistema apoyado en la escasez y que, por tanto, ha de ser
obtenida a través de la competitividad. Adicionalmente, Kickstarter,
funciona como un mercado a la inversa, con una inversión de prepago.
Bajo estas condiciones, cualquier procomún es un producto colateral o
una consecuencia del sistema, y las motivaciones personales surgen a
raíz del intercambio, el comercio y los ingresos. Podemos observar
muchas características P2P dentro de este contexto, en el que se fomenta
un capitalismo más inclusivo, distribuido y participativo. Aunque
podría considerarse como parte de un modelo empresarial posicionado en
contra de los monopolios y los intermediarios depredadores, se sigue
tratando de un contexto dirigido hacia el ánimo de lucro. El sistema de
distribución descrito en este cuadrante carece de un enfoque local, dado
que se trata de una visión de economía virtual donde los pequeños
actores pueden tener un impacto mundial y crear agregados globales de
pequeños contribuyentes.
3/Comunidades Resilientes
Las llamadas “Comunidades de
Resiliencia” (Cuadrante inferior-derecho) se caracterizan por un control
distribuido y enfocado al procomún. Sus objetivos suelen incluir la
relocalización y restauración de las comunidades locales. A menudo, se
basa en la expectativa de un futuro marcado por grandes carencias en
cuanto a energía y recursos o, en el mejor de los casos, mayor escasez
de ambos. Como solución, se propone una serie de estrategias
“salvavidas”. Iniciativas como el movimiento decrecentista, las
Transition Towns o Ecoaldeas, y las redes de iniciativas locales
comunitarias, entran dentro de este contexto. En su vertiente más
extrema, son estrategias salvavidas dirigidas a la supervivencia de
pequeñas comunidades en el contexto de un caos generalizado.
Se puede argumentar que estas
iniciativas están marcadas por el abandono de un afán transformador a
gran escala, dado que la feudalización de la integridad territorial se
considera prácticamente inevitable. A pesar de la posible existencia de
una dinámica colaborativa global expresada a través de la red, sigue
siendo un enfoque local. Normalmente se considera que la movilización
política y social a gran escala no es un fin realista y que está
destinada al fracaso. En el contexto de nuestro eje, contraponiendo el
afán de lucro con el de fomentar el procomún, estos proyectos están
decididamente enfocados hacia la generación de valor dentro de la
comunidad.
4/Procomún Global
La modalidad del “Procomún
global”, (arriba-derecha) se posiciona en contra del enfoque
exclusivamente local, para centrarse sobre un procomún global. Los
defensores y partícipes de este escenario argumentan que el procomún ha
de ser creado y defendido a escala global y transnacional. Aunque se
trata de un modelo de producción distribuido y, por tanto, facilitado a
nivel local, las micro-fábricas que forman parte del mismo son parte de
una red a escala global. El beneficio obtenido a través de esta
cooperación mutualizada global repercute tanto en el diseño del
producto, como en las mejoras de la maquinaria productiva del procomún.
Toda empresa distribuida se ve bajo el contexto de las filés
transnacionales, es decir, alianzas de empresas éticas que operan en
solidaridad con un procomún de conocimientos específicos.
Adicionalmente, la movilización política y social a escala regional,
nacional, y transnacional, se considera parte de la lucha por la
transformación institucional. Las empresas participativas son vehículos
para que la gente de a pie apoye el procomún global, además de su propia
subsistencia. Este último escenario no da por hecho la inevitabilidad
de una regresión social generalizada, y apuesta por una abundancia
sostenible para toda la humanidad.
Imagen de CollaborativeConsumption.com
DISCUSIÓN
Estos cuatro escenarios difieren en su visión del enfoque primordial asignado a la acumulación de valor. Las opciones son:
-
Valor enfocado hacia el beneficio de accionistas globales..
-
Valor enfocado hacia una red de pequeñas empresas con ánimo de lucro.
-
Valor enfocado hacia la comunidad local.
-
Valor enfocado hacia el procomún transnacional.
Cada uno de estos escenarios
tendrá un efecto diferente en cuanto a organización temporal, espacial y
prioridades. El tiempo y el espacio global-local coexistirán en
distintas configuraciones según el escenario prevalente.
Los cuatro escenarios dan por
hecho la existencia de infraestructuras que facilitan el P2P, junto a la
presencia de una serie de recursos mutuos, inmateriales o materiales,
con los que obtener economías de ámbito. De hecho, mientras que las
economías de escala son ventajosas en épocas dominadas por una
abundancia de recursos y energía (por ejemplo: la producción de unidades
múltiples favorece la competitividad); las economías de alcance se
vuelven esenciales en épocas de escasez de energía y recursos (es decir,
es necesario “hacer más con menos”). El código abierto (Open Source)
supone una mutualización de recursos inmateriales, como el conocimiento,
que se vuelven accesibles para toda la humanidad, que no fragmentados y
privatizados a través de la propiedad intelectual. La mutualización de
recursos físicos potencia la eficacia útil en cuanto a energía y
recursos, a la vez que evita periodos de inactividad en el uso y los
desperdicios inherentes a la fragmentación.
Las nuevas modalidades de
producción P2P son globales-locales (o “glocales”). Aunque permiten una
producción a escala local a través de micro fábricas y utilizando
tecnologías de fabricación distribuidas, toda la información relativa al
producto y a la maquinaria se puede compartir a nivel global. Como
regla general puede decirse que el principio es “mantener cerca lo que
es pesado, y lejos lo que es ligero”. Se maximiza la cooperación
inmaterial, mientras que se minimiza el transporte global de bienes
materiales. En estos cuatro escenarios, el factor diferencial entre
estrategias es, en primer lugar, la motivación subyacente de cada modelo
de cooperación. Es decir, ¿están motivados por la acumulación de
capital, o por mejorar la circulación del procomún?. Y, en segundo
lugar, ¿dónde recae el control?: ¿Se trata un control distribuido
mediante la asignación libre entre iguales, capaces de afectar la
ordenanza y el diseño de sus infraestructuras cooperativas, o se trata
de un diseño infraestructural exclusivamente en manos de plataformas
centralizadas de propiedad privada?
En el primer escenario de
capitalismo netárquico, el control y la gobernanza recaen sobre una
única jerarquía propietaria. Mientras, en el capitalismo distribuido el
control recae sobre una red de empresarios partícipes en un sistema con
ánimo de lucro. Dentro del modelo de la comunidad local, el control
recae dentro de un territorio geográfico específico y dependiente del
modelo de gobierno de la comunidad que lo haya iniciado. En el modelo
del procomún global-local, el poder de decisión recae sobre un modelo
triárquico en el que se encuentran: a) la comunidad que practica la
autogestión social de los recursos, b) asociaciones que trabajan para el
beneficio de la comunidad y gestionan las infraestructuras físicas de
cooperación (como, por ejemplo, la multitud de fundaciones de software
abierto) y c) la alianza empresarial que coopera en torno a este mismo
procomún.
En el último modelo, es
esencial que la orientación hacia el procomún esté garantizada por
nuevos modelos de gestión en las empresas participantes. Pongamos por
ejemplo el caso de Linux, un procomún mayoritariamente corporativo donde
el código abierto es parte integral del proceso de acumulación de
capital de las empresas participantes (y con ánimo de lucro). Un
contramodelo necesitaría la creación de empresas éticas, simpatizantes
con el procomún y gestionadas por los propios comuneros – que también
controlarían sus propias decisiones y serían propietarios. Estas
empresas estarían estructuradas legalmente para tener obligación de
apoyar la circulación del procomún. Sugerimos un modelo de propiedad
plural, combinando la propiedad del fabricante (un rediseño de la
sociedad cooperativa para la edad P2P) con la propiedad del usuario (el
reconocimiento de que los usuarios de las redes también crean valor). El
proceso finaliza con un retorno financiero para los fundadores de las
empresas éticas que han facilitado esta dinámica. Este modelo permite la
obtención de ingresos, pero la maximización de los mismos sigue siendo
un tema tabú.
Los modelos de producción P2P
están motivados por una combinación de orientaciones temporales y
espaciales en competición mútua. Normalmente, la acumulación de valor
común será un proceso continuo de auto-asignación libre y bajo el
contexto del objetivo común de cada comunidad. Aún así, el trabajo por
contrato de obra seguirá viéndose influido por las restricciones
temporales y a corto plazo propias del capitalismo. La organización
espacial será distinta dependiendo de las ventajas relativas de los
enfoques locales y globales.
Los espacios de co-working, o
trabajo compartido, típicamente empleados por empresarios que favorecen
modos de trabajo distribuidos, se caracterizan por la elección libre de
lugar y por alquilar un “tiempo” más que “un espacio”, junto a otros
marcadores. El tiempo motivado por la comunidad, el tiempo motivado por
el procomún y el tiempo distribuido -en oposición al tiempo centralizado
y con ánimo de lucro- coexistirán y se verán organizados según la
dominancia de cualquiera de los cuatro escenarios. La organización
espacial estará influenciada por esas mismas dinámicas contradictorias.
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