
Pedro Jara Vera - ReGenera
Una
mente en verdad lúcida, una mente madura y evolucionada, no se
limita a la vida contemplativa en el retiro, ni predica el amor y la
supuesta espiritualidad con un sentimiento secreto de superioridad
moral, ni huye a los mundos esotéricos, ni se confía a los ángeles
protectores o a las energías sutiles. Tampoco una mente que
comprende lúcidamente los cambios que ha de imprimir al mundo se
dedica a expresar rabia...