LA TECNOLOGÍA DIGITAL, EL NEOLIBERALISMO Y LA
CULTURA DE LAS CELEBRIDADES ESTÁN HACIENDO QUE CADA VEZ ESTEMOS MÁS
DESCONECTADOS DE LO QUE REALMENTE IMPORTA
El supermercado como el gran templo de nuestros días. Todas las opciones, toda la libertad empaquetada: objetos brillantes de nuestro deseo creado en una agencia de marketing. La modernidad ha prometido la libertad, la riqueza y siempre el crecimiento infinito. Siempre seguiremos creciendo, acaparando el mundo, dominando la naturaleza, produciendo más cosas que podemos comprar y generando más ganancias. Esta apuesta a conquistar el mundo material y transformarlo en un producto –sin pensar en las consecuencias a largo plazo– ha dejado a muchos de los ciudadanos de ese mundo colonizado por el neoliberalismo y las ideas del materialismo en un estado de estupor y alienación. Nuestro vacío existencial es llenado por el incesante bombardeo del entretenimiento y la publicidad: el significado de la vida se vuelve tener tiempo para poder vivir distraídamente sin tener que afrontar el vacío detrás de todos los objetos.
Chales Eisenstein, quien aboga por una sociedad del decrecimiento, una vida más lenta y reflexiva orientada al significado y no a la acumulación de posesiones materiales, escribe en su libro Sacred Economics:
Las cosas que más necesitamos son las cosas a las que les hemos llegado a tener más miedo, como la aventura, la intimidad y la comunicación auténtica. Bajamos los ojos y nos quedamos con los temas que nos acomodan… Nos sentimos incómodos con la intimidad y la conexión, que son las grandes necesidades desatendidas hoy en día. Ser realmente vistos y escuchados, ser realmente conocidos, es una profunda necesidad humana. Nuestra hambre es tan omnipresente, es una parte importante de nuestra experiencia de vida, que no nos damos cuenta de lo que nos estamos perdiendo de la misma manera que un pez no sabe que está mojado. Necesitamos más intimidad de lo que casi cualquiera considera normal. Siempre hambrientos de ella, buscamos solaz y sustento en los sustitutos más cercanos disponibles: la televisión, las compras, la pornografía, el consumo conspicuo –lo que sea para aliviar el dolor, sentirse conectados y proyectar una imagen a través de la cual podamos ser vistos y conocidos, o al menos vernos y conocernos a nosotros mismos.
Chales Eisenstein se refiere a la sociedad estadounidense, la cual evidentemente está viviendo un proceso de alienación y polarización actualmente. Sin embargo, ya que el modelo económico –que se expande a través del telecolonialismo del entretenimiento– es común a la mayor parte del mundo, estas son situaciones que estamos viviendo en todas partes. Nadie nos avisó que al tener tantas cosas, al embelesarnos y deslumbrarnos con la tecnología, que al soñar con ser ricos y famosos, nos perderíamos a nosotros mismos y a nuestros amigos. Que dejaríamos de estar con ellos en tiempo real, en el bosque o en el mar, conectando más allá de una pantalla, venciendo el miedo de la otredad para encontrar el calor y la luz de la mirada que te reconoce.
Citas traducidas de High Existence
http://pijamasurf.com/
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