Serge Latouche - El decrecimiento como solución a la crisis
"Como
sostenía Antonio Gamsci, hay que temperar el pesimismo de la razón
con el optimismo de la voluntad. Si vemos las cosas racionalmente es
terrible lo que está pasando. Pero, por ejemplo, en Bolivia o con la
nueva constitución de Ecuador la naturaleza se vuelve sujeto de
derecho, es decir, vemos que las cosas sí pueden cambiarse.
Estoy
reescribiendo un libro que me hubiera gustadollamarlo
el tao del decrecimiento, justo debido a que la ética es la vía del
decrecimiento. Lo es a través de una doble vía: como ética
personal y proyecto político. Me gustaba la idea de Iván Illich
acerca de practicar el tecno-ayuno. Es cuestión de limitarnos, como
los cristianos que se limitan el viernes a no comer algunas cosas. Es
decir, voy a seguir teniendo computadora pero me niego a tener
celular, decidí ya no tener televisión porque es uno de los mejores
medios de intoxicación mental. Pero no se trata solamente de cambiar
el comportamiento, se trata de una limpieza de vida y de un aseo
mental, sin embargo, aunque la dimensión ética es muy importante,
el decrecimiento también es un proyecto político de transformación
de la sociedad. Para realizar este proyecto vamos a necesitar
técnicas y ciencias. Impulsando que la ciencia prometeica
occidental, esta ciencia agresiva contra la naturaleza, asuma el paso
hacia una ciencia que observe la naturaleza
y
trate de reducir nuestra huella ecológica. Por ejemplo, el uso
intensivo de la bicicleta es muy moderno, pero es una invención
convivial. También la máquina de coser fue una invención convivial
porque Singer, aunque era un capitalista, lo hizo por amor a su
mujer, es una máquina que fue hecha por amor.
No
es lo mismo que una invención como los organismos genéticamente
modificados, que son concebidos para generar ganancias. Tenemos que
centrarnos en técnicas que no sean propuestas por las grandes
trasnacionales, más ahora que hasta las universidades están en
manos de las trasnacionales. Se requieren investigaciones
democráticas, ya que, no todos tenemos la posibilidad de hacer
investigación. En Francia, se abandonaron las investigaciones en
agrobiología, porque, supuestamente, no eran rentables. Tenemos que
decidir si queremos desarrollar la medicina, inventando nuevas
moléculas químicas, o si preferimos prevenir, que la gente coma
mejor, se comporte mejor y no se vuelva obesa. Se necesitan nuevas
ciencias, nuevas investigaciones. Es importante aclarar: no se trata
de volver al pasado.
Lo
que tenemos que retomar del pasado es la idea de una sociedad sobria,
más humana, en armonía con la naturaleza. Pero, esto es
fundamental, con técnicas mejoradas, en particular en la
agroecología y en el agroforestal. Además, están los servicios.
Mientras en la economía de los servicios actuales éstos son
inmateriales, pero requieren desgraciadamente una base material,
sobre todo cuando se trata de servicios mercantiles; en el proyecto
del decrecimiento se propone desarrollar los servicios no
mercantiles, como la amistad o el saber, cuando el servicio no está
patentado. Imagínense que Arquímedes hubiera patentado su teorema,
tendríamos que pagar cada vez que lo usáramos.
Ahora
ustedes pueden utilizar ese teorema, en cambio una herramienta
informática desarrollada por Billy Gates no se puede usar sin pagar
derechos. Precisamente, en el proyecto del decrecimiento ya no vamos
a consumir varios gatges que se van a ir a la basura. Vamos a tener
para toda la vida una sola computadora, la vamos a reparar y
reciclar. Ya no vamos a tener tantos libros; vamos a tener –como
decimos en francés– menos bienes pero más vínculos.
Para
los que dicen que el calentamiento global es una mentira, si lo fuera
Copenhague no hubiera sido un fiasco. Hugo Chávez había leído algo
en las paredes de Copenhague y lo retomó en su discurso ante los
jefes de Estado, fue extraordinario. Dijo: “si el clima fuera un
banco,
hace mucho que ya lo habrían salvado”. El calentamiento global es
desgraciadamente una realidad. El IPCC (Inter-Governmental Panel on
Climate Change o Panel Intergubernamental del Cambio Climático) de
la ONU, que agrupa a 300 mil científicos del mundo, ha demostrado
que el mecanismo del calentamiento global existe.
De
lo que estamos seguros, desgraciadamente, es que, si incluso
detuviéramos todo el consumo de aquí hasta el final del siglo, ya
estamos condenados a dos grados de aumento de la temperatura mundial.
Podría decirse que dos grados no es nada, pero se van a producir
miles de refugiados debido a los desastres. Los africanos no lo
podrán soportar, van a tratar de emigrar, qué van a hacer con
millones de gente de Bangladesh que ya no tendrán posibilidad de
producir con sus tierras y perderán incluso posibilidades de
sobrevivir.
¿Los
van a meter a un campo de concentración? Para evitar la catástrofe,
que ahora ya no es evitable, lo que necesitamos hacer es limitar la
catástrofe y manejarla"
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