Carmelo Ruíz Marrero - América Latina en Movimiento
En 1972 un equipo de científicos del Instituto de
Tecnología de Massachusetts, dirigido por Dennis y Donella Meadows y
comisionado por el Club de Roma (1), estudió la interacción del
crecimiento poblacional y económico con los recursos finitos del planeta
empleando una herramienta entonces novedosa: modelaje por computadora.
Utilizando los más poderosos ordenadores de la época, Meadows et al.manejaron
grandes cantidades de cifras de variables como población humana,
crecimiento industrial, producción de alimentos y contaminación
ambiental, al igual que constantes, como los recursos naturales no
renovables y los límites de los ecosistemas del planeta (2). Los
resultados del estudio fueron estremecedores: si las tasas de
crecimiento económico y de uso de recursos naturales continuaban, habría
un catastrófico colapso ambiental y económico en algún momento en el
siglo 21.
El estudio y sus conclusiones fueron publicados en el libro Los Límites del Crecimiento, que a menudo se le llama El Informe del Club de Roma. En las cuatro décadas tras su publicación, Los Límites del Crecimiento
ha vendido 12 millones de copias y ha sido traducido a 37 idiomas. Es
el libro de tema ambiental más vendido de todos los tiempos (3). A lo
largo de los años ha sido objeto de apasionada discusión, elogios al
igual que críticas. A los 20 años los autores revisitaron su estudio y
lo actualizaron en un libro titulado Más Allá de los Límites. Luego en 2004 publicaron una edición actualizada en conmemoración de los 30 años de la publicación original.
Los Límites del Crecimiento
no pudo haber salido en un mejor momento, pues el principio de la
década de 1970 fue un periodo crucial en el desarrollo del ecologismo
moderno. Precursores del campo de la economía ecológica como Herman
Daly, Kenneth Boulding y Nicolás Georgescu-Roegen estaban entonces
publicando varios de sus más importantes trabajos. En 1971 el biólogo
Barry Commoner publicó el valioso libro ambiental The Closing Circle,
mientras que el ecólogo Howard T. Odum, pionero de la ecología de
sistemas y de la teoría general de sistemas, publicaba el igualmente
importante texto Energy, Power and Society.
Murray Bookchin publicaba para entonces sus ensayos teóricos y
polémicos en los que combinaba la crítica social, el ecologismo, la
militancia anticapitalista y el anarquismo, sobre los cuales erigió los
fundamentos de la ecología social. Sus ideas llevarían a la fundación
del Instituto de Ecología Social en Estados Unidos en 1974.
En junio de 1972, justo después de la publicación de Los Límites del Crecimiento,
tomó lugar en Suecia la Conferencia de Naciones Unidas sobre el
Ambiente Humano, referida a menudo como la Conferencia de Estocolmo. Fue
el primer evento de la ONU dedicado a la problemática ambiental, y
llevó a la creación del Programa Ambiental de la ONU (PNUMA).
También ese mes, se organizó en Paris un debate
público sobre crecimiento económico vs. decrecimiento, presidido por el
presidente de la Comisión Europea, Sicco Mansholt, y el eco-filósofo
Andre Gorz, quien alegadamente fue la primera persona en utilizar el
término “decroissance”. Mansholt se había tornado en contra del crecimiento económico tras leer Los Límites del Crecimiento. El evento, organizado por el periódico Nouvel Observateur
y al cual asistieron unas tres mil personas, contó también con la
participación del sociólogo y teórico alemán Herbert Marcuse, el
filósofo francés Edgar Morin y el ecologista inglés Edward Goldsmith,
publicador de la revista The Ecologist.
Según el ecologista catalán Joan Martínez Alier:
“No se habló todavía de cambio climático pero sí
de la escasez de recursos, y además se discutió sobre el aumento de la
población, los absurdos de la contabilidad macroeconómica del PIB, la
felicidad, el capitalismo, el socialismo, el militarismo, la tecnología y
la complejidad.” (4)
El evento había sido provocado principalmente por
una carta que envió Mansholt tras leer el Informe del Club de Roma, a
Franco Malfatti, entonces presidente de la Comisión Europea, puesto que
Mansholt estaba por asumir próximamente. La carta tenía un contenido
ecologista radical que sería considerado controversial aún hoy día. Dice
Martínez Alier:
“Mansholt se pronunció (en la carta) muy
claramente por un socialismo democrático planificado a escala europea.
Tuvo propuestas directamente dirigidas contra las ganancias
capitalistas, al suprimir la amortización acelerada de bienes de capital
que se deduce de los impuestos (y que infla las ganancias) y al
protestar contra la obsolescencia de los bienes de consumo duradero.
Propuso introducir la certificación de productos reciclables que
tendrían desgravaciones fiscales. Un arancel europeo a las importaciones
protegería esos productos reciclables certificados pues en caso
contrario la competencia internacional impediría esa producción menos
dañina. Era partidario de prohibir la producción de muchos productos no
esenciales.”
A los temas tratados en la carta de Mansholt, Morin y
Gorz añadieron varios elementos en el foro ese día de 1972, incluyendo
el carácter de clase del movimiento ecologista, la crítica a la
modernidad cartesiana y el rol cada vez más importante de las
complejidades e incertidumbres. Los participantes también sumaron a los
planteamientos de Mansholt críticas al militarismo, específicamente
denunciando la guerra de Vietnam, y las pruebas nucleares francesas en
el océano Pacífico.
El economista Georgescu-Roegen, uno de los más
importantes precursores de la economía ecológica, escribió a los Meadows
felicitándoles por su trabajo, pero también advirtiéndoles que la gran
mayoría de los economistas, casados intelectual y profesionalmente con
la idea de crecimiento eterno, les atacarían. Efectivamente, su
advertencia fue acertada. En la sección literaria del periódico New York Times, tres economistas tildaron Los Límites del Crecimiento de “vacío” y “engañoso”, “Menos que seudociencia y poco más que ficción polémica”. Y en un editorial, el semanario Newsweek lo clasificó como “disparate irresponsable” (5).
Mientras que el repudio de economistas fue casi
unánime, el informe fue acogido y celebrado por el ecologismo. "Hace 30
años era fácil para los críticos despachar los límites al crecimiento”,
dijo el influyente ecologista Lester Brown, fundador del Instituto
Worldwatch, al leer la edición del 30 aniversario. “Pero en el mundo de
hoy, con sus pescaderías colapsando, bosques encogiéndose, mantos
freáticos bajando, arrecifes de coral muriendo, desiertos expandiéndose,
suelos erosionándose, temperaturas subiendo y especies desapareciendo,
ya no es tan fácil hacerlo. Estamos todos endeudados con (el equipo que
escribió Los Límites del Crecimiento)
por recordarnos de nuevo que el tiempo se nos está acabando” (6). El
informe también ha sido elogiado por otros ecologistas de reconocimiento
mundial, como el activista y autor Bill McKibben, Amory Lovins, gurú de
las energías renovables, y Herman Daly, quien fue economista de alto
rango del Banco Mundial y ahora aboga por una economía estacionaria de
cero crecimiento (strady state economy), y muchos más. A pesar de su
talante tecnocrático y apolítico, el libro también ha recibido el
reconocimiento y respeto de ecologistas progresistas.
Las defensas y ataques al Informe del Club de Roma continuaron por años y décadas, y aún hoy el libro deja de qué hablar.
Como ven, la propuesta decrecentista no tiene nada
de nuevo. Y hoy es más vigente que nunca ahora que los pronósticos de
los efectos del calentamiento global lucen cada vez más fúnebres, que
las compañías de energía se embarcan en proyectos demenciales para
extraer combustibles fósiles mediante técnicas insólitas como el infame
fraqueo (fractura hidráulica), y que el bando progresista
latinoamericano ofrece como alternativa al status quo neoliberal un
progresismo desarrollista basado en un extractivismo suicida (7).
El decir que no hay alternativas viables al
crecimiento económico y las políticas extractivistas no es más que un
lloriqueo. En todas partes del mundo hay movimientos alternativos y
nuevas configuraciones sociales que no se cansan de mostrarnos el camino
a futuros alternos (así mismo, en plural), nuevos pensamientos y nuevas
formas de acción. A estas alturas, sólo hacen falta ojos para ver.
Ruiz Marrero es autor, periodista investigativo y
educador ambiental puertorriqueño. Es catedrático del Instituto de
Ecología Social (http://www.social-ecology.org/) y editor del boletín bilingüe Monitor de Energía y Ambiente de América Latina (http://energyandenvironmentmonitor.blogspot.com/).
1) El Club de Roma es una organización privada y
exclusiva fundada en la Accademia dei Lincei en Italia en 1968,
compuesta por líderes empresariales, científicos, economistas,
funcionarios de Naciones Unidas, y figuras políticas de alto nivel,
incluyendo jefes de estado pasados y actuales. Según su página web, se
dedica a estudiar los problemas más apremiantes de la humanidad y
formular escenarios alternativos para enfrentarlos. Sus miembros más
notables han incluido a Mikhail Gorbachev y Vaclav Havel.
2) El equipo de los Meadows desarrolló el programa
de simulación World3, el cual era una versión avanzada de World2,
programa creado por Jay W. Forrester, ingeniero de computadoras
especializado en teoría de sistemas. Forrester fundó la disciplina de
dinámica de sistemas, la cual analiza el comportamiento de sistemas
complejos mediante modelos matemáticos. Aplicó la dinámica de sistemas a
ciclos económicos industriales en su libro Industrial Dynamics, y luego aplicó su modelo a los problemas sociales y la planificación urbana en su libro Urban Dynamics.
A fines de la década de 1960, Forrester le comunicó a
los líderes del recién fundado Club de Roma su interés en aplicar la
dinámica de sistemas para analizar los problemas de la sustentabilidad
ecológica a nivel global. Tras el Club de Roma expresar interés en su
propuesta, Forrester escribió el programa de simulación mundial World2, y
en 1971 publicó el libro World Dynamics,
en el que expresa sus preocupaciones acerca del crecimiento económico
ilimitado dentro de un sistema limitado, como lo es nuestro planeta.
3) Christian Parenti “'The Limits to Growth': A Book
That Launched a Movement: This mega-bestseller has been attacked
repeatedly since its publication forty years ago, but its warnings about
the climate were alarmingly prescient” The Nation, diciembre 24 2012. http://www.thenation.com/article/171610/limits-growth-book-launched-movement#
4) Joan Martínez Alier “Macroeconomía ecológica,
metabolismo social y justicia ambiental” Revista de Historia Actual,
Vol. 9, Núm. 9 (2011)
5) Parenti.
7) Carmelo Ruiz Marrero “El Nuevo progresismo
Latinoamericano y el extractivismo del siglo XXI” CIP Americas Policy
Program, 31 de enero 2011 http://www.cipamericas.org/es/archives/3913; Ruiz Marrero “Gobiernos progresistas siguen apostando al extractivismo” Monitor de Energía y Ambiente de América Latina, 17 de octubre 2010 http://energyandenvironmentmonitor.blogspot.com/2010/10/gobiernos-progresistas-siguen-apostando.html; http://carmeloruiz.blogspot.com/search/label/Extractivismo
Carmelo Ruiz Marrero
Monitor de Energía y Ambiente de América Latina
http://alainet.org/active/68796&lang=es
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