A
lo largo de los siglos se constata la existencia de cinco sendas
diferentes para llegar a Samadhi (estado de conciencia que se
alcanza cuando se conoce la verdad); cada uno de ellas está
orientada a diferentes tipos de carácter o personalidad de los
yoguis y yoguinis (practicantes del yoga).
Así,
tenemos:
Hatha
Yoga => Es la vía del cuidado del cuerpo y manejo del
prana (energía vital de las personas), siendo el cuerpo el
instrumento de perfeccionamiento.
Raja
Yoga => Es la vía de la meditación; La mente
interactúa con el Universo ayudando a ahondar en la divinidad
Interior. Liberación y perfección del ser mental. Control de la
vida emocional y sensitiva y dominio del pensamiento y la conciencia.
Karma
Yoga => Se trata de la vía que se caracteriza por el espíritu
de servicio; trabajando el desapego y la entrega, actuando sin
implicaciones en la acción, ni obsesionándose con los resultados;
conducirnos sin el dominio de nuestro ego y sin manipular la voluntad
de las demás personas.
Jnana
Yoga => El sendero del conocimiento y la sabiduría,
liberándonos del sufrimiento que genera la ignorancia. El intelecto
escucha conscientemente y reflexiona. Búsqueda de los valores
eternos del ser (la esencia), discriminando lo transitorio de lo
eterno.
Bhaktii
Yoga => El sendero del amor y la devoción por Dios.
Culto, agradecimiento, devoción y postración ante lo Divino
(presente en cada persona o ser sensible). El goce del amor.
De
esta manera si entendemos que 'Toda la vida es Yoga', y que
debemos dirigir todos nuestros esfuerzos a la búsqueda de la verdad,
debemos abarcar los diferentes aspectos que nos constituyen, la vida
corporal, la vida mental y el ser espiritual, así debemos
de trabajar de una manera sintética cultivando los diferentes vías
y fusionando y entrelazando las diferentes sendas para liberarnos de
las distintas dominaciones integralmente y hacer que lo divino nos
trascienda.
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