En 1992, un volumen colectivo editado por Wolfgang Sachs, ‘The development Dictionary’ (Diccionario del desarrollo), abría con la siguiente declaración radical y controversial: “Los últimos cuarenta años pueden denominarse la era del desarrollo. Esta época se acerca a su fin. Es el momento indicado para redactar su esquela de defunción”.
Es evidente el creciente descontento con el desarrollo en muchas partes del llamado Tercer Mundo. Para algunos esto significaba que el desarrollo ya no sería el principio organizador central de la vida social; no tomaría lugar únicamente bajo la mirada de Occidente; supondría una revalorización de las culturas vernáculas, una necesidad de depender menos de los conocimientos de expertos y más de los intentos de la gente común de construir mundos más humanos, así como cultural y ecológicamente sostenibles.
Se abre la posibilidad de crear diferentes discursos y representaciones que no se encuentren tan mediados por la construcción del desarrollo, la necesidad de cambiar las prácticas de saber y hacer y de multiplicar centros y agentes de producción de conocimientos, particularmente, hacer visibles las formas de conocimiento producidas por aquéllos quienes supuestamente son los ‘objetos’ del desarrollo para que puedan transformarse en sujetos y agentes.
La nueva era postdesarrollo debe tomar en serio los movimientos sociales y movilizaciones de base; enfocarse en las adaptaciones, subversiones y resistencias que localmente la gente efectúa en relación con las intervenciones del desarrollo y destacar las estrategias alternas producidas por movimientos sociales al encontrarse con proyectos de desarrollo. Como los productores de conocimiento resisten, adaptan, subvierten el conocimiento dominante y crean su propio conocimiento.
Para saber más: El ‘Postdesarrollo’ como concepto y práctica social. Arturo Escobar.
Saludos.
ResponderEliminarSoy un investigador de postgrado en Caracas, Venezuela. Considero oportuno el termino postdesarrollo y postprogreso para dar cuenta de fenomenos transicionales que subyacen a la discusión capitalismo-socialismo en la actualidad en la compresión de la complejidad contemporanea. Gracias.
el postdesarrollo, proveniaente de la critica postestructuralista y sutilmente empleado por Escobar para designar una alternativa al desarrollo y no de desarrollo, constituye para nuestro tiempo una oportunidad para repensar, mundos, conocimientos y economias otras.
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