Joan Martínez Alier
El
decrecimiento sostenible es la transición a una economía más
pequeña con menos producción y consumo. Un nuevo estudio ha
explorado sus orígenes y lo ha comparado con el desarrollo
sostenible. El estudio indica que para convertirse en una
alternativa viable de desarrollo sostenible, el decrecimiento debe
ser definido con mayor claridad y sus implicaciones en el empleo
deben considerarse con mucho detenimiento. La Dirección General de
Medio Ambiente de la Comisión Europea se ha hecho eco de este
trabajo en el que ha participado Joan Martínez Alier.
Edificio
del Fondo Monetario Internacional, en Washington. El FMI tiene como
objetivos principales la promoción de políticas cambiarias
sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio
internacional y reducir la pobreza. No obstante, el presente trabajo
propone un cambio de modelo económico para evitar el colapso del
sistema.
El
concepto de decrecimiento sostenible ha generado interés. Hay poco
acuerdo sobre los objetivos internacionales sobre las emisiones de
gases de efecto invernadero, y otros objetivos, como las Metas del
Milenio, parecen cada vez más inalcanzables. De esta manera se
están considerando enfoques políticos alternativos. Actualmente el
desarrollo sostenible es el enfoque preferido, que pretende abordar
las cuestiones del medio ambiente a la vez que promover el
crecimiento económico. El decrecimiento sostenible tiene como base
una reducción en la escala de la economía y supone que el
crecimiento económico, aunque disfrazado de desarrollo sostenible,
dará lugar al colapso social y ecológico. Se propone que la
disminución del tamaño de los flujos de recursos es la única
manera de garantizar que los recursos no se agoten, lo que debe ir
acompañado de fortalecer los valores sociales y ecológicos.
Los
orígenes del decrecimiento sostenible son complejos, ya que es a la
vez un concepto intelectual de influencia marxista desarrollado en
Francia y un movimiento de base desarrollado en los países del
Norte. Este último está basado en la economía ecológica y
propone una disminución del consumo en los países que excedan lo
que sería un impacto ecológico admisible. Aunque el concepto de
decrecimiento sostenible parece ser una alternativa teórica al
desarrollo sostenible y que podría generar resultados más rápidos
e impresionantes, su aplicación práctica requiere una cuidadosa
consideración. El decrecimiento no puede ser activado simplemente y
las sociedades van a encontrar muy difícil someterse al cambio. La
preparación y las condiciones adecuadas son necesarias si se quiere
liderar con éxito los cambios que propone este enfoque.
En
primer lugar, junto con el acuerdo de la UE para reducir los niveles
de CO2, debería haber objetivos de reducción de indicadores de
impacto ambiental, como el consumo de energía, recursos naturales y
uso de la tierra. Junto a ésta, deberían investigarse y hacerse
análisis para entender las condiciones necesarias para alcanzar
estos objetivos. Por ejemplo, investigar los perfiles de las
sociedades en términos de sus niveles de consumo e
industrialización.
En
segundo lugar, una reducción en el PIB es inherente al
decrecimiento sostenible. Es probable que ello cause un aumento del
desempleo a menos de que existan iniciativas para reducir la
cantidad de tiempo de trabajo en los individuos, desvincular
ingresos de trabajo o desarrollar fórmulas para rentas básicas. En
parte, un ejemplo de ello es el caso de las medidas agroambientales
europeas que proporcionan a los agricultores incentivos vinculados
con el uso sostenible de la tierra en vez de la producción. En
general, las relaciones entre decrecimiento, ingresos y empleo deben
ser analizadas detenidamente.
Sin
embargo, el PIB no es el único indicador económico y el concepto
de crecimiento en sí mismo debería estar más definido y
desarrollado, para que el significado de decrecimiento quede más
claro y se entienda de una manera más coherente.
Actualmente
cuenta con diferentes definiciones en función de si se utiliza por
parte de académicos o por las organizaciones de base. También puede
ser necesaria una mayor coherencia en general entre sus defensores,
por ejemplo, entre los conservacionistas, los sindicatos, la
agro-ecología y los movimientos campesinos. El decrecimiento
sostenible tiene una desventaja obvia, y es que enfrenta a los
poderes actuales de la sociedad. Ninguno de los actores principales
en economía, tales como los líderes gubernamentales y ejecutivos
del sector privado, tendrían interés en considerar una política de
no crecimiento. Al respecto, se necesitaría promover las ventajas de
la reducción y mejorar los objetivos éticos de la sociedad.
European
Comission DG ENV
Joan
Martínez-Alier
Departament
d'Economia i d'Història Econòmica
Science
for Environment Policy, DG ENV News Alert, 16 September 2010, Issue
209
"Sustainable
de-growth: Mapping the context, criticisms and future prospects of an
emergent paradigm". Martínez-Alier, J., Pascual, U., Vivien,
F-D. & Zaccai, E. Ecological Economics. 69:1741-1747 (2010).
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