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Por muchos años que lleve en Twitter, nunca deja de sorprenderme la virulencia de los linchamientos, máxime cuando ese linchamiento viene producido por decir obviedades.
Hace unos días, escribí este tuit:
Por muchos años que lleve en Twitter, nunca deja de sorprenderme la virulencia de los linchamientos, máxime cuando ese linchamiento viene producido por decir obviedades.
Hace unos días, escribí este tuit:
Desde ese día, 29 de abril, hasta hoy, 5 de mayo, he recibido miles de
respuestas que incluyen en su mayoría insultos. Sin más
argumentación. Miles de respuestas se dice rápido, pero se vive lento.
Lo cierto es que el tuit tiene un fallo, ya que ésos no son todos los
grupos de opresión existentes, hay muchos más. Pero el linchamiento no
se produjo porque faltaran grupos, sino porque yo estaba inventando
dichos grupos.
Ahora, con más espacio que un tuit,
expliquemos de nuevo qué es la interseccionalidad. Digo otra vez porque
ya hace unos años tuve otro linchamiento por el mismo tema y escribí esto.
A finales de los años 60, la sociología empezó a analizar la sociedad
basándose en la interseccionalidad, gracias al feminismo multirracial,
que no se sentía representado por el feminismo blanco. Obviamente, las
mujeres negras sufren muchas más discriminaciones que las blancas, y
esto no se contemplaba entonces, sino que se generalizaba en ser o no
ser mujer para determinar si estabas o no oprimida, sin tener en cuenta
otras formas de opresión.
Este extracto que Daniel Martínez Ávila (doctor en Documentación por la Universidad Carlos III de Madrid) escribió para La Marea creo
que ejemplifica perfectamente la dificultad de representar a
los colectivos más discriminados, ya que la opresiones se trenzan entre
ellas.
"Por ejemplo, ¿dónde colocaríamos en una
biblioteca la literatura de mujeres africanas? Una opción sería
desarrollar primero la faceta sexo y luego la faceta nacionalidad,
agrupando todos los libros escritos por mujeres de todas las
nacionalidades juntos silenciando su condición africana; otra opción
sería desarrollar primero la faceta nacionalidad y luego la faceta sexo,
agrupando toda la literatura africana junta y silenciando que sean
mujeres. En cualquiera de las decisiones las mujeres africanas serán
agrupadas junto a grupos que no representan completamente su condición.
Aunque una solución sería la creación de una clase específica para la
intersección, los sistemas basados en la lógica tradicional no siempre
lo permitirán, ya que el árbol de dependencias físicas crearía un
problema de herencia múltiple. Sin embargo, aunque siempre existirán
problemas lógicos en el desarrollo de sistemas, una conciencia sobre el
concepto de interseccionalidad permitirá una mayor efectividad en la
representación de estos grupos".
La
interseccionalidad, en resumen, ayuda a analizar la realidad de los
modelos de opresión que se basan en raza, género, clase social, etc,
señalando cómo se interrelacionan entre ellos, ya que no actúan de forma
individual. Esto significa, por ejemplo, que yo, que soy una mujer
blanca, estoy oprimida en cuanto a que al ser mujer, no disfruto de los
mismos privilegios que un hombre, pero a su vez, tengo privilegios por
ser blanca, con los que oprimo a una mujer negra. Si soy consciente de todos
mis privilegios (algo muy difícil porque al no ser negra no tengo esa
experiencia de opresión) conseguiré no sólo desprenderme de los
privilegios que sí son rechazables, sino de actuar proactivamente contra
esa opresión. También está claro que yo como mujer blanca tengo
privilegios sobre los negros, pero hay más factores que pueden
determinar que un negro tenga infinitos más privilegios que yo, por
ejemplo, Obama. Pero Obama no me oprime como negro, sino por un sinfín
de privilegios no inherentes a tu raza sino a otros factores como el de
clase. De la misma forma, Merkel es una clara opresora de un obrero,
pero no por ser mujer, sino por su situación de poder sobre él, además
de su clase.
Sobre la forma de concienciarnos de
nuestros privilegios y cómo actuamos ante ellos: no es lo mismo no hacer
chistes de negros pero callar cuando otro los hace, que no hacerlos y
además señalarle a quien los haga que está generando violencia contra la
comunidad negra. En esta línea, esto es básicamente lo que pide el
feminismo a los hombres: no sólo se trata, por ejemplo, de no hacer
chistes machistas, sino desde tu posición de privilegio como hombre,
señalarle a quien los haga que está perpetuando la misoginia. Es decir,
actuar contra cualquier opresión como actúas cuando la opresión es
contra ti.
Las protestas e insultos (casi todas de
hombres blancos heterosexuales que se sentían aludidos) a aquel tuit
iban seguidas de la negación de que ellos (ninguno) oprimieran en
absoluto. Muchos aseguraban directamente que no tenían tales
privilegios, otros admitían tenerlos pero no hacer uso de ellos. Éste
fue el "análisis" de la mayoría de miles de respuestas acerca de la
interseccionalidad, una teoría con la que la sociología lleva décadas
analizando nuestra sociedad. Que los grupos opresores no existían. Sin
más. Respuestas, no olvidemos, salpicadas de insultos y amenazas,
incluso un señor aseguró que mis afirmaciones se podían tildar de
"terrorismo".
¿Cómo se puede luchar contra un
sistema de opresión si los privilegiados no somos conscientes de
nuestros privilegios y, además, respondemos con violencia cuando nos los
señalan? ¿Cómo amortiguamos el impacto sobre grupos
oprimidos/discriminados si no sólo no empatizamos con ellos sino que
además negamos que lo estén?
Pero sigamos: dentro del
grupo opresor al que pertenecen los hombres, se interconectan otros
modelos de opresión, por ejemplo: no es lo mismo ser un hombre blanco
heterosexual que ser hombre blanco homosexual. Ambos oprimen a la mujer
en cuanto a que ambos son hombres, pero entre ellos, el primero oprime
al segundo, ya que disfruta de privilegios sobre él. ¿Se puede uno
deshacer de todos sus privilegios si lo desea? No. No siempre es una
cuestión de bondad o de voluntad, por eso no entiendo que este tema
hiera tantas sensibilidades y haya tantísimas personas ofendidas cuando
se le cataloga de "opresor".
Siguiendo este ejemplo:
un hombre blanco heterosexual no se puede desprender de muchos
privilegios que tiene sobre un hombre blanco homosexual, como por
ejemplo, el de no sufrir homofobia. ¿Es voluntario el no sufrir
homofobia? Obviamente no, no puedes deshacerte de ese privilegio (que es
en sí un derecho, pero también un privilegio cuando tú lo tienes y otro
no), al igual que yo no puedo desprenderme del privilegio de no tener
barreras arquitectónicas, barreras que sí tienen personas
discapacitadas. Otro ejemplo: un hombre del primer mundo oprime a un
hombre del tercer mundo de mil maneras, una fácil de ver: tiene un móvil
hecho con coltán, material extraído del Congo durante años con mano de
obra infantil.
Lo que sí sería de ayuda es que,
individualmente, revisáramos nuestros propios privilegios y actuáramos
en consecuencia. Porque como bien apunta el escritor jamaicano Marlon
James en este vídeo, no se trata simplemente de no estar de acuerdo con
la opresión, sino de hacer algo contra ella en la medida de nuestras
posibilidades (debajo del vídeo está la traducción al español).
"Tengo una pregunta para ti: ¿Eres 'no' o 'anti'? Hace unos meses, como respuesta a los asesinatos de Freddie Gray y Tamir Rice, mi amiga Kaitlyn subió a Facebook un post apuntando la diferencia entre 'no racista' y 'antirracista'. La mayoría de nosotros somos no racistas, porque el racismo es considerado algo moralmente reprobable. Nos sentimos seguros de nosotros mismos siendo simplemente no racistas. "No soy un fanático, no canto esa palabra que empieza por 'n' cuando suena mi tema de rap favorito, yo no voté a ese tío, no quemo cruces. No soy un skinhead. No soy, no hago, yo nunca, no puedo". Y la forma en que termina esta postura moral, este código de vida y de enfrentar las injusticias del mundo es no haciendo absolutamente nada. Esto es lo maravilloso del 'no': puedes quitártelo de encima solo con dejarte caer en la cama e irte a dormir. ¿Qué haces sentado en casa y viendo las cosas pasar en televisión en lugar de hacer algo al respecto? Porque eres no racista y no antirracista.
Ahora haz esto por mí: cambia la palabra racista por violador. "No soy un violador, no soy amigo de ningún violador. No he comprado el último disco de ese violador". Todas esas cosas que no estás haciendo. Mientras tanto, hay gente que está siendo violada y, jóvenes negros, asesinados. No es suficiente con que tú no hagas estas cosas. Irte a la cama con la conciencia tranquila no va a evitar que los estudiantes sean atacados. Que pienses que el cambio climático es terrible no detendrá el cambio climático. Que tengas claro que no eres antinegros, o antimusulmanes no evitará el próximo crimen de odio. Y es maravilloso que reconozcas a toda la gente gay valiente que es perseguida, pero no son ellos quienes necesitan ser valientes. Tenemos que ser activos, se trata de contar con personas responsables. Debemos entender que cuando alguien es dañado, todos somos dañados. Y tenemos que dejar de pensar que las injusticias que suceden en este mundo están fuera de nuestra responsabilidad. Debemos dejar de ser 'no' y comenzar a ser 'anti'.
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