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Biopoder

El poder es tolerable sólo con la condición de enmascarar una parte importante de sí mismo. Su éxito está en proporción directa con lo que logra esconder de sus mecanismos. Se trata de dar cobertura bajo la garantía de la libertad, de un estado de dominación y desigualdad atribuible a mecanismos legales o de derecho.



El poder no es una institución, y no es una estructura, no es cierta potencia de la que algunos estarían dotados; es el nombre que se presta a una situación estratégica compleja en una sociedad dada.

A partir del siglo XIX, aparece un fenómeno social nuevo, ‘la población’, al cual vienen asociadas nuevas necesidades económicas y sociales; se hace necesaria una racionalización económica de este hecho (ya no conjunto de personas de carne y hueso) a las necesidades del capital. Se utilizaría una estrategia de poder –biopoder- configurada mediante investigaciones y estimaciones estadísticas, intervenciones planificadoras y campañas colectivas para regular el equilibrio de ciertas variables biológicas: natalidad, mortalidad, morbilidad, siniestrabilidad, nivel de salud, duración de la vida, alimentación, vivienda, inmigración, etc.

Para su regularización se utilizan instituciones muy diversas: la familia, el ejército, la escuela, la policía, la medicina individual... La vida se introduce en un campo de control del saber y de intervención del poder, posibilitando que por primera vez en la historia, lo biológico se refleje en lo político, produciéndose un afianzamiento de la norma de comportamiento sobre la eficacia reguladora de la ley.

En la luchas política moderna, el objeto de litigio es la vida, no los derechos, pues, desde esta perspectiva, frente a un poder que la persigue sólo cabe afirmarla en toda su plenitud: la vida como principal objetivo del combate político.

Para saber más: Historia de la sexualidad I. La voluntad de saber. Michel Foucault. 1976.

Para saber más: Para leer a Foucault. Julián Sauquillo. 2001.

Para saber más: Foucault. Francisco Vázquez García. 1995.

1 comentario:

  1. Hay muchas clases de poder, pero el de la energía es el sostén físico de todas. Hay sin embargo en la dominación, un uso destructivo del poder. Una destrucción de ideas hasta que solo quede una. Hay un quebramiento de voluntades y de libertades hasta quedar reducidas a su mínima expresión. Y hay en la asignación de responsabilidades una arbitrariedad que destruye la información sobre lo que fueron relaciones causa y efecto.

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