La crisis que nos aqueja es el indicativo de un tiempo que expira, un rito de paso hacia una nueva época; presentada como una burbuja financiera, una regulación de mercados o un crash económico, para mejor digestión de unas masas aturdidas por los acontecimientos mediáticos, en realidad nos hallamos inmersos en la metamorfosis de una civilización que se descompone.
Crisis: ‘momento decisivo, situación inestable’. Del latín crisis. Del griego krísis, ‘punto decisivo’, de krinein, ‘separar, decidir’, del indoeuropeo krin-yo, de kri, de krei, variante de skeri-, ‘cortar, separar’.
El mundo moderno-occidental-capitalista se ha sentido reconfortado por la creencia de que el progreso material nunca concluirá - el mito del crecimiento ilimitado-. La medidas que se toman para seguir manteniendo el sistema con vida no son más que el intento de mantener la actividad de un moribundo.
Este mundo sin 'afuera' al cual todo le pertenece y que se nutre de su misma esencia, no está siendo liquidado por vanguardias revolucionarias ni por fuerzas externas, se consume devorándose a sí mismo.
Enfocada la crisis como una faceta de transformación, resulta esclarecedor que el ideograma chino para 'crisis' [wei-ji] se construya por yuxtaposición de los correspondientes a 'peligro' y 'oportunidad'.
Ciertamente el peligro existe, tengamos en cuenta que los campos de concentración nazi o los gulags soviéticos fueron producto de la civilización occidental; que no hacerse preguntas y obedecer es una actitud muy común en las sociedades actuales, o que el miedo invade los espacios...
Pero quizás, por donde menos se espera, una luz ya alumbra el camino...
La crisis
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
soy yo una persona en crisis.
ResponderEliminarDudo pasivamente de todo.
Estos textos activan lo que el capitalismo consigue desactivar.
Gracias