“¡Oh, humanidad!, ¡Humanidad! ¿Y es posible que durante sesenta siglos hayas vivido en tanta abyección? Te llamas santa y sagrada y no eres más que la constante y gratuita prostituta de tus lacayos, de tus curas y de tus soldados. ¡Tú lo conoces, y sin embargo, lo sufres! Estar gobernado equivale a estar con guardias de vista, a vivir inspeccionada, espiada, dirigida, legislada, reglamentada, hollada, adoctrinada, sermoneada, violentada, estimada, apreciada, censurada, y mandada por hombres que para ello carecen de títulos, de ciencia y de virtudes... Estar gobernado equivale a estar registrada, tarifada, timbrada, medida, cotizada, licenciada, privilegiada, enmendada, amonestada, violada, impedida, reformada, dirigida y corregida en cada operación, en cada transacción, en cada movimiento que emprendas.
Bajo el pretexto de utilidad pública y en nombre del interés general se imponen contribuciones, se hace la ejecución de los bienes del individuo, se le exige recate y se le explota, monopoliza, concusiona, precipita, mistifica y roba; después, a la menor resistencia, a la primera queja, se le reprime, se le multa, se le vilipendia, se le veja se le pega, se le sacude, se le intima, se le desarma, se le agarrota, se le encarcela, se le fusila, se le ametralla, se le juzga, se le condena, se le deporta, se le sacrifica, se le vende, se le hace traición, y, para colmo de esto, no falta quien luego se le burle en sus barbas, le ultraje y le deshonre. He ahí el gobierno, he ahí la justicia, he ahí la moral. Y sin embargo, entre nosotros existen demócratas que pretenden que el gobierno tiene algo bueno; existen socialistas que en nombre de la libertad, la igualdad y la fraternidad, sostienen esta ignonimia: existen, en fin, proletarios que aceptan candidaturas a la presidencia de la República. ¡Hipócritas!.”
Idea general de la revolución en el siglo XIX. Proudhon. 1851.
"Todo aquél que detente el poder, acabará por cometer las atrocidades correspondientes... ¿Pero, cual es la magnitud crítica que lleva al abuso? La respuesta no es difícil: es el volumen de poder que garantiza la inmunidad contra una respuesta. Esto se logra siempre que el poder induzca a su poseedor a creer que no pueda ser retado por ninguna acumulación de poder superior existente"
Leopold Kohr
La sociedad se haya enmarcada en un conjunto de leyes que son telarañas para los ricos y poderosos y cadenas de acero para los pobres y débiles; unas redes de pesca en las manos del ‘gobierno’, que tienden a dejar la libertad individual o local el menor lugar posible.
El renacimiento de un concepto de democracia donde la autogestión, la horizontalidad, la participación directa, la autonomía, ,el trabajo colectivo, el apoyo mutuo serán los ejes que regirán una nueva sociedad.
Retomando valores como la solidaridad, el colectivismo, el respeto a la individualidad, la tolerancia, la creatividad, la participación, la calidad en el trabajo, la justicia o la igualdad como esfuerzo para mantener la diversidad natural y cultural.
El ser gobernado
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario