¿Cómo se cuida? ¿Quién cuida en nuestra sociedad? Cuestiones abiertas agrupadas en torno a una propuesta provocadora y urgente: la reorganización social del cuidado.
Qué significa eso de los cuidados? Los cuidados no se pueden limitar a una única expresión, al trabajo doméstico, al cuidado de personas o de los hij@s. Los cuidados son todo eso, pero son mucho más, son algo sin lo que la propia vida no funciona. Representan un conjunto de tareas cuyo objetivo es proporcionar bienestar físico y emocional a terceros (pareja, hij@s, padres y madres, amig@s...) además de la atención a una misma.
Satisfacer estas necesidades requiere un trabajo que no sólo incluye tareas materiales (como hacer la comida, la colada, limpiar), sino también un componente inmaterial difícilmente cuantificable que tiene que ver con los afectos que median en estas relaciones y que se dan en la vida cotidiana. Son la comunicación, la producción de socialidad, la capacidad de afecto y la empatía. Esta complejidad propia de los cuidados hace que sea un trabajo imposible de medir en su valor, de reducir a un horario y de encasillar en unas tareas fijas: “aquí empieza y aquí acaba”. El trabajo de cuidados es imprescindible para el mantenimiento de la vida, pero está invisibilizado e infravalorado en nuestra sociedad.
Todas y todos los necesitamos, pero en nuestra sociedad se ha construido la idea de que hay que tender a ser autosuficientes a costa de todo, independientes de los demás y que es ahí, en esa autonomía individual, en consonancia con el capitalismo, donde reside el ideal perfecto de una vida, algo que sin embargo es imposible de alcanzar.
Para saber más: Las lógicas del cuidado. Silvia López Gil.
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