Artículo original en True-k Trué-k-te -
En la economía de los economistas, no hay una diferencia muy importante entre un trueque y una venta... la única diferencia es que en una hay una forma de medida común a todos los bienes y servicios (el dinero) y en la otra no existe esta referencia fija, si bien para nosotros es difícil abstraernos de ella y por eso aveces cuando hacemos un trueque lo hacemos pensando en la valoración monetaria que tienen los objetos y en base a esto aceptamos o no el cambio.
La permuta es una figura tan economicista como la venta, ambas constituyen un contrato entre dos partes en la que ambas se obligan verbalmente a respetar ciertas condiciones y el objetivo es también el mismo: obtener el máximo beneficio posible...
Nosotros mismos planteamos true-k-t como una forma de crear redes sociales, porque el intercambio une, sin embargo cuando el intercambio se basa en el principio del máximo beneficio, no hay una diferencia significativa con la venta... de hecho también en la panadería tenemos cierto contacto con el panadero y en el mercadillo “normal” que hay los jueves por la mañana aquí en Humanes la gente termina conociéndose.
Las ventajas del trueque se reducen entonces a que no se necesita dinero... vale... pero se necesita tener cosas... y puesto que hoy en día las personas no somos productoras prácticamente de nada... la mayoría serán compradas, por lo que en el fondo el dinero es casi igual de necesario... otra ventaja es que se alarga la vida de los objetos: muchas de las cosas que se intercambian terminan teniendo un uso que no tendrían (se supone que cambias algo que no te es útil por algo que si lo es), y esto tiene un valor ecológico muy importante...
Sin embargo el valor del mercadillo que hubo en Humanes hasta Septiembre (porque el de Octubre se suspendió por lluvia) y que habrá otra vez en Abril-Mayo es que precisamente por la falta de una referencia fija muchas veces los cambios responden más a una lógica económica que social, es decir, se intercambia más por la necesidad del otro que por la propia, y como son cosas que en realidad no nos son indispensables a veces las cambiamos por otras que tampoco nos son útiles porque lo que importa es la interacción social...
Normalmente se asume que el trueque es un paso previo a la economía monetarizada, y que por lo tanto antes de basarse en la moneda las economías se basaban en el truque... algo que no esta tan claro, primero porque el trueque no desaparece con la monetarización y segundo porque creo que el trueque no ha sido nunca o muy pocas veces la base de ninguna economía premoderna... ¿Las pruebas? La mayoría de las sociedades premodernas (al igual que las modernas pero en diferente grado) se basaban en el parentesco; alguna vez alguno de los bienes o servicios que te ha prestado alguien de tu familia fuera del mercado han necesitado de una contrapartida? Acaso tu madre (o tu padre) espera algo a cambio cuando te sirve la cena? Probablemente si, pero no es un requisito indispensable: si no recoges la mesa al final, tu padre (o madre) tenderá a seguir dándote de comer... no hay un contrato, cosa que si existe en el trueque o permuta...
Esto es lo que Mauss llamaba economía de regalo o economía de don, una “institución” en la que sin la intermediación del dinero, obviamente, pero también sin la intermediación de una mentalidad mercantil, la gente presta servicios o entrega bienes a otros sin esperar una contrapartida. Esto no quiere decir que los regalos sean gratis, los regalos de hecho “obligan” a una contraprestación y de esa forma crean relaciones... tal vez se entienda mejor con un ejemplo:
Caso 1: cuando sales de marcha el primer fin de semana del mes con un amigo que esta en el paro y no tiene dinero, posiblemente termines invitándole a una, dos o tres cervezas, sin que el tenga que darte su móvil, su reloj o su cartera, no hay ningún contrato que lo obligue a nada ni tácito ni explicito, sin embargo esperas que en algún momento cuando él pueda, si es que algún día encuentra trabajo, te invite a una, dos o tres cervezas (es posible que el trate incluso de invitarte a cuatro y también es posible que tu intentes negarte protocolariamente a que te devuelva esa “deuda”). Las consecuencias de que te “pague” o no esa “deuda” son: 1) si te paga llegareis a un equilibrio en el que la relación se afianza y 2) si no te paga o si tu lo invitas en sucesivas ocasiones y él no, tu te pondrás en una situación de poder frente a él, serás la parte fuerte de los dos y el tenderá a estar subordinado a tus decisiones... por ejemplo a elegir tu el sitio donde salir de marcha, también puede que si esto se prolonga tu decidas simplemente no quedar más con él... Obviamente hay miles de variables que hacen que estas situaciones se llenen de sutiles matices.
La diferencia fundamental entre el regalo y el trueque es el filtro social: para que una economía de regalo funcione tiene que haber un vinculo social fuerte entre las personas que participan, lo que es causa y efecto de una cohesión social fuerte, pero también de tensiones, la economía mercantil (sea de trueque o monetaria) se puede y de hecho se da entre extraños, de alguna forma la búsqueda exclusiva de beneficio personal “limpia” la relación de (casi) toda consecuencia social por lo que no hay ningún problema en comprar algo, pedir rebaja, llegar a casa y tirarlo si hemos decidido que no nos gusta. Una de las ventajas de esto es que el flujo de bienes y servicios es mucho más sencillo y se multiplica, sin embargo nos “libera” de las relaciones sociales, por lo que terminamos siendo dependientes del mercado para satisfacer nuestras necesidades y eventualmente también del estado y esto nos hace especialmente vulnerables.
El ideal sería probablemente una mezcla diferente de todos estos tipos de economías, seguramente sea imposible acabar con el intercambio monetario, comercial, mercantil, pero si podríamos sustituirlo en gran parte por la economía de la reciprocidad o del don y también por el trueque, de forma que los vecinos del pueblo compartiéramos parte de los bienes, conocimientos y servicios sin la intermediación estatal ni del mercado.
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Hace 50 años mi abuela trabajaba con una familia poderosa. Eso hacía que recibiéramos ropa usada, de buena calidad y diseño esclusivo. Sin embargo aunque la usaba, lo hacía indignada porque veía que venía de gentes que poseían mucho, mientras que yo no tenía casi nada. Hace años que intercambiamos ropa con amigas, nos pasamos ropa de los chicos para seguir usando lo que todavía es válido sin embargo esto no resulta indignante.
ResponderEliminarResulta también indignante que todo el trabajo que muchas mujeres hacemos gratuitamente a la sociedad nadie lo reconozca, de ninguna manera. Mientras otras han tenido la oportunidad del empleo se creen superiores, de hecho "puede" que reciben un "premio" la jubilación.
Los que más tienen han de aprender a no acumular.
Encontré un sitio que te ayuda a generar ese contrato que necesitas, de una manera muy facil y sencilla y con muy buena atencion.
ResponderEliminarSe los recomiendo www.contratosfacil.com