Con edición de los profesores de la UGR Alberto Matarán y Fernando López Castellano,
el libro compila textos de varios autores, en los que se trata, entre otros asuntos,
del desarrollo sostenible y el postdesarrollo, la globalización, el “decrecimiento”,
o la sostenibilidad
La Editorial Universidad de Granada,
el CICODE y la Cátedra “José Saramago” publican “La tierra no es muda.
Diálogos entre el desarrollo sostenible y el postdesarrollo”, un libro
con edición de los profesores de la UGR
Alberto Matarán y Fernando López Castellano, en el que se compilan
textos de varios autores, que tratan, entre otros asuntos, del
desarrollo sostenible y el postdesarrollo, la globalización, el
“decrecimiento”, o la sostenibilidad.
Según los editores de este volumen, “en el verano de 1930, J. M. Keynes,
uno de los economistas más influyentes del pasado siglo, dictaba una
conferencia de significativo título en la Residencia de Estudiantes de
Madrid: El futuro económico de nuestros nietos. A lo largo de su
discurso, el economista británico mostraba su confianza en que la
abundancia creada por el crecimiento iba a permitirles cultivar el arte
de vivir y que su auténtico problema sería el de cómo ocupar el tiempo
de ocio conseguido mediante la ciencia y el interés compuesto”.
De la abundancia a la escasez
Así, durante unas décadas pareció que este anhelo iba a lograrse, pero
la crisis de los 70 tornó la certidumbre en miedo y la abundancia en
escasez. La globalización era el nuevo “simulacro” del desarrollo y el
Consenso de Washington su fetiche. En paralelo a las propuestas del
Consenso surgieron nuevos planteamientos que venían a considerar otra
vez la idea del progreso y a revisar los fines y medios del desarrollo.
El Informe sobre el Desarrollo Humano del PNUD, de 1990, recogería estas
ideas y las plasmaría en el índice de desarrollo humano (IDH).
Del lado ambiental surgió el concepto de desarrollo sostenible para
manifestar que la naturaleza no permitía cualquier modalidad de
desarrollo. El análisis postdesarrollista niega el propio concepto de
desarrollo argumentando que el problema no es la falta de desarrollo
sino la propia naturaleza, capitalista y depredadora, del desarrollo. La
apuesta por el decrecimiento, “sangre de la tierra”, en póetica
expresión de Georgescu-Roegen, implica que éste ha de ser sostenible,
que no debe generar una crisis social que cuestione la democracia y el
humanismo.
Los editores afirman que “ha pasado casi un siglo y los nietos de la
generación de Keynes siguen lejos de superar el problema económico, de
cultivar el arte de vivir y de resolver el dilema de cómo ocupar el
tiempo de ocio. ¿Cuál será el futuro de los nuestros? Para asegurarlo
habría que sustituir el concepto convencional de bienestar, basado en el
acceso al consumo, por el de buen vivir”, que incorpora una dimensión
ecológica, e implica un cambio cultural; y seguir clamando, con
Max-Neef, para que al mundo distinto de lo humano se le reconozcan sus
derechos”.
Este libro trae al lector una selección de textos que le ayudarán en
esa tarea. La obra reúne, así, las reflexiones y contribuciones sobre
alternativas para la sostenibilidad de un conjunto de autores, tales
como Koldo Unceta, Wolfgang Sachs, Jorge Riechmann, Federico Aguilera,
Serge Latouche, Eduardo Gudynas, M. Max-Neef, Enrique Leff, Raffaele
Paloscia, José Fariña, Esther Vivas, Luis González y Ernest García.
Que la tierra no es muda lo hemos ido aprendiendo poco a
poco. Mientras, muchos pueblos originarios han sabido respetar los
ciclos de la tierra y avanzar sin amenazarla. El crecimiento de nuestra sociedad está basado en un consumo avasallador con nuestros recursos. Estos son algunos de los planteamientos de partida del libro La tierra no es muda. Diálogos entre el desarrollo sostenible y el posdesarrollo,
publicado por la Universidad de Granada.
Con edición de los profesores de la UGR Alberto Matarán y Fernando López Castellano,
el libro compila textos de varios autores, en los que se trata, entre otros asuntos,
del desarrollo sostenible y el postdesarrollo, la globalización, el “decrecimiento”,
o la sostenibilidad
Según los editores de este volumen, “en el verano de 1930, J. M. Keynes, uno de los economistas más influyentes del pasado siglo, dictaba una conferencia de significativo título en la Residencia de Estudiantes de Madrid: El futuro económico de nuestros nietos. A lo largo de su discurso, el economista británico mostraba su confianza en que la abundancia creada por el crecimiento iba a permitirles cultivar el arte de vivir y que su auténtico problema sería el de cómo ocupar el tiempo de ocio conseguido mediante la ciencia y el interés compuesto”.
De la abundancia a la escasez
Así, durante unas décadas pareció que este anhelo iba a lograrse, pero la crisis de los 70 tornó la certidumbre en miedo y la abundancia en escasez. La globalización era el nuevo “simulacro” del desarrollo y el Consenso de Washington su fetiche. En paralelo a las propuestas del Consenso surgieron nuevos planteamientos que venían a considerar otra vez la idea del progreso y a revisar los fines y medios del desarrollo. El Informe sobre el Desarrollo Humano del PNUD, de 1990, recogería estas ideas y las plasmaría en el índice de desarrollo humano (IDH).
Del lado ambiental surgió el concepto de desarrollo sostenible para manifestar que la naturaleza no permitía cualquier modalidad de desarrollo. El análisis postdesarrollista niega el propio concepto de desarrollo argumentando que el problema no es la falta de desarrollo sino la propia naturaleza, capitalista y depredadora, del desarrollo. La apuesta por el decrecimiento, “sangre de la tierra”, en póetica expresión de Georgescu-Roegen, implica que éste ha de ser sostenible, que no debe generar una crisis social que cuestione la democracia y el humanismo.
Los editores afirman que “ha pasado casi un siglo y los nietos de la generación de Keynes siguen lejos de superar el problema económico, de cultivar el arte de vivir y de resolver el dilema de cómo ocupar el tiempo de ocio. ¿Cuál será el futuro de los nuestros? Para asegurarlo habría que sustituir el concepto convencional de bienestar, basado en el acceso al consumo, por el de buen vivir”, que incorpora una dimensión ecológica, e implica un cambio cultural; y seguir clamando, con Max-Neef, para que al mundo distinto de lo humano se le reconozcan sus derechos”.
Este libro trae al lector una selección de textos que le ayudarán en esa tarea. La obra reúne, así, las reflexiones y contribuciones sobre alternativas para la sostenibilidad de un conjunto de autores, tales como Koldo Unceta, Wolfgang Sachs, Jorge Riechmann, Federico Aguilera, Serge Latouche, Eduardo Gudynas, M. Max-Neef, Enrique Leff, Raffaele Paloscia, José Fariña, Esther Vivas, Luis González y Ernest García.
Según los editores de este volumen, “en el verano de 1930, J. M. Keynes, uno de los economistas más influyentes del pasado siglo, dictaba una conferencia de significativo título en la Residencia de Estudiantes de Madrid: El futuro económico de nuestros nietos. A lo largo de su discurso, el economista británico mostraba su confianza en que la abundancia creada por el crecimiento iba a permitirles cultivar el arte de vivir y que su auténtico problema sería el de cómo ocupar el tiempo de ocio conseguido mediante la ciencia y el interés compuesto”.
De la abundancia a la escasez
Así, durante unas décadas pareció que este anhelo iba a lograrse, pero la crisis de los 70 tornó la certidumbre en miedo y la abundancia en escasez. La globalización era el nuevo “simulacro” del desarrollo y el Consenso de Washington su fetiche. En paralelo a las propuestas del Consenso surgieron nuevos planteamientos que venían a considerar otra vez la idea del progreso y a revisar los fines y medios del desarrollo. El Informe sobre el Desarrollo Humano del PNUD, de 1990, recogería estas ideas y las plasmaría en el índice de desarrollo humano (IDH).
Del lado ambiental surgió el concepto de desarrollo sostenible para manifestar que la naturaleza no permitía cualquier modalidad de desarrollo. El análisis postdesarrollista niega el propio concepto de desarrollo argumentando que el problema no es la falta de desarrollo sino la propia naturaleza, capitalista y depredadora, del desarrollo. La apuesta por el decrecimiento, “sangre de la tierra”, en póetica expresión de Georgescu-Roegen, implica que éste ha de ser sostenible, que no debe generar una crisis social que cuestione la democracia y el humanismo.
Los editores afirman que “ha pasado casi un siglo y los nietos de la generación de Keynes siguen lejos de superar el problema económico, de cultivar el arte de vivir y de resolver el dilema de cómo ocupar el tiempo de ocio. ¿Cuál será el futuro de los nuestros? Para asegurarlo habría que sustituir el concepto convencional de bienestar, basado en el acceso al consumo, por el de buen vivir”, que incorpora una dimensión ecológica, e implica un cambio cultural; y seguir clamando, con Max-Neef, para que al mundo distinto de lo humano se le reconozcan sus derechos”.
Este libro trae al lector una selección de textos que le ayudarán en esa tarea. La obra reúne, así, las reflexiones y contribuciones sobre alternativas para la sostenibilidad de un conjunto de autores, tales como Koldo Unceta, Wolfgang Sachs, Jorge Riechmann, Federico Aguilera, Serge Latouche, Eduardo Gudynas, M. Max-Neef, Enrique Leff, Raffaele Paloscia, José Fariña, Esther Vivas, Luis González y Ernest García.
Que la tierra no es muda lo hemos ido aprendiendo poco a
poco. Mientras, muchos pueblos originarios han sabido respetar los
ciclos de la tierra y avanzar sin amenazarla. El crecimiento de nuestra sociedad está basado en un consumo avasallador con nuestros recursos. Estos son algunos de los planteamientos de partida del libro La tierra no es muda. Diálogos entre el desarrollo sostenible y el posdesarrollo,
publicado por la Universidad de Granada.
Cada vez queda menos tiempo. A las puertas del colapso todavía seguimos apretando el acelerador hacia el precipicio.
ResponderEliminarNunca hay quedarse vencido. Leeré el libro.
ResponderEliminarUn saludo
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarBedankt voor het meedenken, goed nieuws. Dit soort nieuws is echt waarderend. Ik heb geweldig nieuws. Uw artikel is zeer informatief, BezoekEchte houdt van Kaufen. Bedankt voor het delen.
ResponderEliminarHello everyone it is my first visit here and i fount it really informative, thanks.
ResponderEliminarRegards,
solar system for farmers
The article has extremely high-quality content, I appreciate it, your article will certainly bring a lot of useful knowledge to everyone. respect you
ResponderEliminarThis is really a very good article that I really like and will definitely share it widely with my friends, wish you all good health and make more articles in the future. Thanks
ResponderEliminar