El mundo moderno, considerando como tal el que inicia y piensa filosóficamente Descartes y está vigente en nuestros días, está determinado ‘metafisicamente’ y ha propuesto y realizado progresivamente una interpretación de la realidad o del ser como simple y recortado objeto.
Heidegger considera la técnica como el ‘fenómeno’ fundamental del mundo moderno y en la Tecnología, que es, al decir de Heidegger ‘la metafísica de la era atómica’. La filosofía moderna tiene una concepción ‘técnica’ de la realidad, concepción que, de una parte considera lo real como ‘material de explotación’, reducible a mera disponibilidad, tras la planificación y el cálculo que convierte todo en puro medio e instrumento; y, de otra parte, en esa su reducción de lo real vela y oculta cualquier otro sentido de la realidad y cualquier otro modo de enfrentarse a ella.
Técnica no es sin más la transformación instrumental-tecnológica de la realidad; ni siquiera sólo, ni tampoco, el sometimiento de la realidad con su carácter ‘impositivo y dominador’; la técnica es, pensada filosófica y originariamente, un modo de ‘manifestar, descubrir e interpretar’ la realidad, modo de manifestar regido por la ‘calculabilidad, utilidad y rendimiento’.
De ahí el que la técnica conlleve y represente un ‘peligro’, peligro que en su extrema gravedad estaría para Heidegger no tanto en la destrucción atómica del mundo, cuanto en el sometimiento del mismo hombre (y todas sus expresiones) al dominio de la técnica, con la instrumentalización de sí mismo y la consideración de la idea ‘técnica’ del mundo como algo ‘natural’.
Para saber más: Historia de la filosofía. Juan Manuel Navarro Cordón y Tomás Calvo Martínez.
¿ No recuerda a 2001, Odisea del espacio?.
ResponderEliminarMe agrada haber encontrado este blog tan lleno de filosofía.
Hola Morgenrot:
ResponderEliminarDurante siglos el mundo occidental se ha sentido reconfortado por la creencia de que el progreso material nunca concluirá - el mito del crecimiento ilimitado-. Nuestra cultura no es la primera que ha alcanzado sus límites de crecimiento. Nuestro desarrollo depende de unos recursos energéticos no renovables, no de la tecnología que se desarrolla gracias a esta disponibilidad energética abundante y barata.
"No nos envanezcamos demasiado de nuestra victoria sobre la naturaleza, porque ésta se venga de cada una de nuestras victorias..."
Engels
saludos
Razón tenía Engels.
ResponderEliminarLa historia siempre se repite. No hay gran civilización que llegado su máximo esplendor , no inicie un declive que le lleve al fin. Todo termina.
La naturaleza tiene un final. Las civilizaciones otro, más corto, adecuado a nuestro concepto de tiempo
Podríamos decir que toda civilización lleva en sí misma el germen de su destrucción. ¿Será acaso la técnica el huevo de la serpiente?
ResponderEliminargracias buen resumen
ResponderEliminargracias buen resumen
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