Charles Darwin cuando iba por la costa meridional chilena a bordo del HMS Beagle, navío del Almirantazgo de su Majestad británcia. Tras avistar la cubierta del navío a un pequeño grupo de indígenas nómadas dedicados a la caza y la recolección, Darwin anotaría:
“La visión de un salvaje desnudo en su tierra nativa es un hecho que nunca se olvida. Nunca olvidaré el asombro que sentí al ver por primera vez una partida de fueguinos en una orilla indómita y agreste, puesto que de inmediato me vino a la mente la reflexión de que aquellos eran nuestros antepasados. Aquellos hombres iban desnudos y embadurnados con pinturas; su largo pelo estaba enmarañado; echaban espuma por la boca de excitación y su expresión era salvaje, asustada y desconfiada. Apenas disponían de artes y como animales salvajes, vivían de lo que capturaban; no tenían gobierno y se hallaban a merced de cualquier otro que no perteneciera a su pequeña tribu.”
Darwin supone que las sociedades europeas de la época debieron de haber sugido de forma gradual a partir de una condición humana primitiva similar. Para Darwin esta idea sin lugar a dudas implicaba progreso, en oposición a una tradición judeo-cristiana más antigua para la cual los diversos grados de condiciones culturales y sociales se explicaban en términos de degeneración ('devolution') inevitable.
Y dado que la innovación y el progreso se consideraban algo inevitable y muy deseable por parte de los evolucionistas del siglo XIX, la etiqueta civilización anunciaba a bombo y platillo la superioridad, moral, institucional, intelectual y tecnológica de los mismos que la inventaron e hicieron de ella la piedra angular de unos esquemas evolutivos que lo abarcaban todo.
Puede que los fueguinos que Darwin vio no tuvieran una forma de gobierno en el sentido que entonces imperaba en Europa, pero ciertamente disponían de medios complejos y efectivos para regular su vida social y política. No hay nada teleológico en la evolución cultural, ni existe nada inevitablemente universal en la aparición de las civilizaciones o de cualquier otro tipo de orden social, y nada que distinga a una cultura como superior en términos creativos o morales respecto al resto.
es cierto que hay que volver a la naturaleza paro mas que en forma de tribus recolectoras, en forma de un avanzada agro-ecología capaz de establecer una agricultura de ciclo cerrado sin química. pero ello no será incompatible con profundizar cada vez mas en tecnologías puntas industriales
ResponderEliminarHola Julio:
ResponderEliminarPienso que no es posible volver al pasado, pero sí sacar provecho de los estilos de vida de las sociedades tradicionales, ese estar con los demás, ese compartir, es buscar soluciones a los problemas colectivamente y no esperar que nos lo den todo hecho y resuelto; tal vez el progreso material de nuestras sociedades occidentales ha proporcionado un confort material a algunos, pero hay algo de vacío en la forma de estar en el mundo.