Joan García González
En los últimos tiempos, ha surgido la necesidad de reducir el creciente sistema de producción y consumo en las sociedades industrializadas, ya que tales actuaciones están conduciendo a un colapso irremediable.
Para resolver tal situación, se han elaborado propuestas de cómo organizarnos en una sociedad estable. En un principio, estas propuestas se estructuraron alrededor del paradigma del ecodesarrollo, yfinalmente se polarizó en torno al principio del desarrollo sostenible. A pesar de que autores como H. Daly han precisado una diferenciación entre los conceptos crecimiento y desarrollo, este último, al ser manipulado y tergiversado, a menudo sólo ha servido para mantener la fe ciega en el modelo económico basado en el principio del crecimiento ilimitado.
Para resolver los problemas generados por este sistema económico, no basta con detenernos y organizarnos a partir de ahora de un modo viable y perdurable, sino que es necesario realizar una marcha atrás con medidas de decrecimiento para corregir las actuaciones insostenibles realizadas, pues hace tiempo que se ha superado la capacidad de carga de los sistemas físicos en los que estamos instalados, y las previsibles soluciones tecnooptimistas que a veces se han esgrimido, no han resuelto los problemas.
El presente trabajo es un estudio de los temas del decrecimiento y de la sostenibilidad desde la perspectiva de la termodinámica. Esta disciplina, al investigar los procesos energéticos, nos facilita establecer con rigor los modos de estructurar tanto el decrecimiento como la sostenibilidad en nuestra sociedad. Esta relación entre la economía y la termodinámica ya ha sido objeto de investigación y, modernamente, gracias a las nuevas aportaciones de la termodinámica de los procesos irreversibles (Proops, 1983, Prigogine, 1955) nos ha facilitado el modelo de los estados estacionarios, para organizarnos en unas aceptables previsiones de futuro para la humanidad, siempre teniendo en cuenta que al estar ubicados en el planeta Tierra conlleva unas limitaciones físicas y temporales. En el primer congreso del decrecimiento (Paris 2008) ya se estableció una conexión entre decrecimiento y estados estacionarios.
Tanto desde la perspectiva de organizarnos sosteniblemente, como en las correcciones del decrecimiento, se deberá tener presente que siempre estaremos situados en un contexto evolutivo. Es decir, las propuestas presentadas no han de suponer el estancamiento en un estado estacionario idílico pasado o futuro. Dentro de los elementos evolutivos caben diversas interpretaciones ‐la darwinista clásica sólo nos ofrece el mecanismo del azar y la necesidad‐, pero en otros modelos que aquí analizaremos, veremos como aparecen otras perspectivas donde quizás deban incorporarse acciones de planificación propias de una noosfera que supere el seguir sólo rutas contingentes, como las que se han dado en la biosfera, según un modelo evolutivo guiado por el relojero ciego.
Utilizaremos los elementos de la termodinámica de los procesos irreversibles, tanto en condiciones lineales como en las no lineales, pues a diferencia de la termodinámica clásica, que sólo estudia la estabilidad de los sistemas en condiciones de equilibrio, esta nueva formulación de la termodinámica nos permite estudiar los sistemas más o menos alejados de las condiciones de equilibrio, tanto en estados estacionarios metaestables como en sus saltos evolutivos en los puntos bifurcativos. Los sistemas económicos, al igual que los organismos vivos, son abiertos, es decir, intercambian energía y materia con el entorno y, por su carácter de estructuras disipativas, nos permiten establecer estados de estabilidad llamados estacionarios que en modo alguno conllevan criterios estáticos, pues están siempre abiertos a procesos de creciente complejidad vía rutas evolutivas. Cuando por la aparición de fluctuaciones se pueden romper situaciones de metaestabilidad, y a través de procesos bifurcativos abrirse a nuevas formulaciones de estabilidad, observamos que se da además un claro proceso evolutivo hacia complejidades crecientes.
En estas situaciones, introduciremos una específica interpretación de los principios de la resiliencia, frente a los de homeostasis, propios de las situaciones de equilibrio en general y, en concreto, en sus tradicionales aplicaciones en economía. Todo ello, a su vez, estará abierto a situaciones evolutivas que nos facilitarán estudios de prospectivas. En este contexto, cabe analizar cómo la tecnosfera puede desarrollar todos los potenciales de la antroposfera y, de este modo, superar los supuestos de la biosfera sin oponerse a los condicionantes de ésta. Finalmente, aun cuando estas contribuciones de la termodinámica son claves para la solución de los temas del decrecimiento y la sostenibilidad, también hay otros elementos a tener en cuenta. Aquí citaremos a título de ejemplos algunas de estas contribuciones, como las que se dan desde la perspectiva de la ética y de la estética.
Extraído de: El decrecimiento y la sostenibilidad analizados desde la perspectiva de la termodinámica de los procesos irreversibles
Degrowth Conference Barcelona 2010 - Proceedings
Hola mi nombre es maria de la asociación ecoconcern innovació social, de la cual Joan Garcia es conseller,aqui tenemos una versión más actualizada de este artículo. Se podría substituir esta primera versión? Puedes pedirnosla en esta dirección de mail ecoconcernbcn@gmail.com
ResponderEliminarGracias por la difusión y decrecimiento!