
José Luis L. Aranguren
El condicionamiento económico está empezando a ser, y va a ser, ahora como siempre, decisivo para ese cambio. La infraestructura de una moral consumista es una economía de consumo. Ahora bien, ésta sigue presuponiendo una economía de producción, crecimiento o desarrollo indefinidos. Y es precisamente la sospecha de los “límites del crecimiento” y la constatación de que ya se ven limitadas las fuentes de energía,...